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Opinión

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Rincón sumó para Sobisch, aunque a nivel provincial no llegó

Se aportaron más de 5000 votos a la Lista Azul y Blanca que llevaba a Darío Patiño como diputado, y menos de un 10% votaron la Lista Azul. Hubo algunos inconvenientes con empresas que no quisieron permitir a su personal ir a votar.
Darío Hernán Irigaray
Por Darío Hernán Irigaray

Por Charly Hernández

Se dio lo que se esperaba en estas internas del Movimiento Popular Neuquino. Nuestra ciudad marcaría la diferencia, pero a pesar de esto no le alcanzaría a nivel provincial para posicional al candidato de nuestra ciudad, Darío Patiño, y mucho menos a Jorge Omar Sobisch.

Sobisch viene cargando con una mochila muy pesada en la cual nuevamente la gente se lo volvió a demostrar. El intendente de nuestra localidad se encontró de un día para el otro que su candidato a gobernador era otro y por más que no lo diga abiertamente sus más íntimos y allegados lo decían por debajo; “esto es un sapo que nos vamos a tener que tragar”. Pero aún así le aportaron a la lista casi 5.000 votos y demostraron que mantienen una obediencia debida.

Aquí lo que dice Pereyra, para ellos, es palabra santa aunque fue él quien los sumió en esta historia cuando todos creían hasta último momento que el candidato sería él. Dijo que no se presentaba por razones de salud pero se movió al ritmo de Sobisch en cada acto donde se presentó.

Entonces yo me pregunto ¿realmente era su salud lo que le impidió ser candidato o cual fue la razón genuina de dejar a todos sus seguidores pagando? Realmente no se entiende. Uno trata de tomar distancia para poder tener una opinión de las cosas que pasan políticamente pero a veces los entuertos y negociados en las catacumbas nunca lo sabremos.

Mientras se desarrollaban las elecciones desde temprano, se empezaron a motorizar los mecanismos para que la gente más lejana llegara a votar. La cosa no debería ser tan difícil pues eran dos escuelas y solo dos listas y los adoctrinados ya sabían a quien debían votar, pero si bien esto se venía preparando hace varias semanas, el trabajo más duro comenzó a las cuatro de la madrugada del domingo 30 , día de la votación.

Había que hacer bajar a los petroleros que en esas horas estarían cumpliendo cronogramas y no solo aquellos que votaban acá sino a todos los que estuvieran en condición de votar en nuestra provincia. Parece que esto ya estaba acordado con las empresas pero a medida que fueron pasando las horas estas promesas no se empezaron a cumplir y ya para las tres de la tarde las caras y los ánimos no eran los mismos.

No fuimos muchos los medios que cubrimos los detalles de lo que se podía y de lo que se ve en una elección. Creo que la apatía de los medios locales se dio porque se sabía de antemano que aquí la azul y blanca ganaba holgadamente, y que ya hay intendente y concejales puestos para el año que viene, pero aquellos que tratamos de analizar cada cosa, y mayormente lo político, sabemos que aquí había algo mucho más grande que solo ganar.

En estas elecciones se tenían que sacar una gran cantidad de votos para una persona que ya viene en decadencia y para la cual los obligaron a trabajar y ahora los resultados son más contundentes que mis palabras ¿no? Pero volviendo a lo del campo. Como les dije las cosas estaban arregladitas para este día cívico, pero los patrones se pusieron en recios en el último momento, y no dejaron salir a gran parte del personal y esto terminó en muy malos términos, a tal punto que se paró un equipo completo por 24 hs.

Usted imagínese que eso significa una perdida por hora de unos 15 a 17 mil dólares, más lo que se vendrá de aquí en más con lo que tendrán que afrentar con el sindicato, porque de seguro alguna revancha va haber.

En nuestra zona el arreglo era que los dejaran bajar a votar y en dos horas volverían a su lugar de trabajo pero como esto no se respetó, termino con todo este lío. Por eso le decía que había mucha bronca en el ambiente.

Cuando se cerraron las puertas de la escuela en la que estuve cubriendo la cosa, se empezó a relajar, mucho más ya no se podía hacer, y empezaron a estar más pendientes de cómo salían las mesas y la apertura de sobres, y por ahí se lo pudo ver a algún dirigente que estaba más preocupado por cómo iba la academia, Racing, ya que en ese momento podría haber salido campeón pero van a tener que esperar un poco más puesto que River también ganó, y por más que ellos hayan ganado por tres goles “sufrirán la agonía hasta el final”, pero los de Racing ya están acostumbrados a esa situación.

Los minutos fueron pasando y las mesas fueron saliendo y los números eran lapidarios contra la lista azul que solo en una mesa sacó 38 votos, mientras los de la azul y blanca no bajaban de los 380. Hubo una sola mesa que tuvo muchos problemas porque tenía más votos que sobres y tuvo que intervenir un fiscal general. Creo que todo sucedió por una falta de experiencia en estas cuestiones.

Mientras esto sucedía una señora mayor de muy baja estatura y con un tono muy suave me pidió mi número y me indicó que era de Octavio Pico y que luego me llamaría. Me dio la sensación que quería hablar de alguna cosa que ella le había desagradado.

Veremos estos días subsiguientes que más nos habrá dejado estas elecciones internas de nuestra ciudad. La noche comenzó a caer y el domingo nos invitaba a regresar a casa pensando en el camino que dejarles en estas líneas mientras veía como se empezaban a reunir en la seccional del MPN los participantes para escuchar las últimas reflexiones de su líder y e intendente, Marcelo Rucci, que durante todo el día había estado supervisando cada movimiento y ahora lo querían escuchar.

A mí ya no me daban más los pies para estar parado y mucho menos para escuchar un discurso proselitista así que encaré para mi guarida, donde espero descansar y seguir reflexionando de la política que se nos viene.

Como siempre les deja un abrazo de corazón este humilde servidor.

Charly Hernández

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