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Opinión

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Los pro y los contra de los subsidios

Tanto el régimen tributario como los subsidios están dentro de los instrumentos que disponen los gobiernos para ejecutar sus políticas económicas, pero su aplicación genera controversias.
Horacio Beascochea
Por Horacio Beascochea

Según las consultoras independientes en el 2013 los subsidios del Estado crecieron un 34,3% pero la mayor parte de los argentinos olvida que los fondos del Estado son de ellos mismos. Creen que los impuestos nos los paga nadie o que solo los pagan los ricos. Esa creencia es fomentada a través de la publicidad oficial de Nación y Provincias donde los gobernantes populistas se muestran como generosos repartidores de recursos propios cuando en realidad son sólo administradores de los fondos que les pertenecen a los mismos ciudadanos.

Esto daña severamente la democracia de nuestro país que no termina de madurar. Debido a esta distorsión, no se tiene presente la enormidad de impuestos que pagamos en cada compra u operación económica. El 4 de marzo se publicó en uno de los matutinos el siguiente titular “Crece el negocio de prestar dinero a tasas excesivas” y me gustaría analizar muy humildemente los componentes de las tasas que se pagan por un préstamo.

Estos son los valores que inciden en cualquier préstamo que usted pueda adquirir y como los tributa. 1) la inflación, siendo generoso, este año trepara por encima del 40%, el año pasado terminamos con un índice de casi 35%. Este perverso tributo es recaudado por el Estado mediante la emisión indiscriminada del papel moneda. 2) Impuesto a las Ganancias: la financiera deberá pagar el 35% del total de los intereses ganados menos sus costos. Al no existir un “ajuste por inflación” en su determinación, la inflación no puede ser tomada como costo y queda como utilidad. Se estiman los costos de las financieras en el 15%. 3) IVA: el 21% sobre los intereses. 4) Impuesto de sello: se debe pagar sobre el total de una operación. La tasa en Neuquén es del 1,4% y se duplica cuando hay garantías. 5) Impuestos sobre los ingresos Brutos: se aplica sobre los intereses. La tasa en Nqn es del 5%.

Con estos porcentajes queda muy claro que cada vez que usted saca un crédito en una financiera o en una institución del Estado, los principales beneficiados son el Estado Nacional seguido de los Estados Provinciales, pues además no tienen costos ni riesgos. Entonces en aquellas familias que no pueden encarar ningún negocio con este tipo de operaciones inevitablemente cae en tener que equilibrar su sistema de vida a través de los subsidios del Estado que la mayoría de las veces se transforman en el mercado negro del clientelismo y de los designios del buen humor de quien los reparte o hace política barata con ellos. Según el diccionario de la Real Academia Española, El subsidio es una “prestación pública existencial de carácter económico y de duración determinada”. Por lo tanto, es una transferencia directa estatal a las familias o instituciones, sin contraprestaciones reales, posiblemente como ayuda y en el marco de políticas sociales o culturales determinadas.

También se define como “cualquier actividad de un gobierno cuyo resultados sea que los productores consigan un beneficio mayor al que obtendría en un mercado libremente competitivo o que los consumidores accedan a bienes o servicios por debajo de sus costos económicos”.

La Fundación para el Cambio (FPEC) señaló que existen subsidios explícitos, identificados y cuantificados, e implícitos, o sea los no reconocidos, con algunas categorías establecidas para clasificarlos. Gran cantidad de programas transfieren dineros a entidades culturales y a organizaciones no gubernamentales (ONG). Otros permiten a las empresas adquirir insumos a preciosos inferiores a los de mercado (por ejemplo, de combustibles para los transportes de carga o de pasajeros. Hay compensación a productores (en el transporte y en el sector alimenticio). Créditos con tasas subvencionadas; ventajas tributarias, por ciertos bienes (exención de impuestos al Valor Agregado, IVA, al pan y la leche) y entre otros beneficios cruzados como servicio de agua y cloacas.

Tanto el régimen tributario como los subsidios están dentro de los instrumentos que disponen los gobiernos para ejecutar sus políticas económicas de acuerdo con el FPEC. Sin embargo tales transferencias constituyen fuentes permanentes de controversias. Quienes sugieren suprimirlas estos métodos aluden sobre las elevas cargas que generan sobre las arcas de los gobiernos, las ineficiencia que ocasionan y hasta la falta de beneficios que no alcanza a los que realmente los necesitan conformando una generación de costumbrismo y una cultura de dependencia antes de generar pensamientos del esfuerzo que debe poseer el ciudadano para su propia superación. Cuando uno trata de evaluar y entender esta maraña que el mismo Estado a construido en la economía de nuestro país y de nuestras familias, uno se pregunta hasta dónde son buenas y beneficiosas estas ayudas que pueden provenir desde nuestro Estado.

Hay una parte de nuestra sociedad que realmente lo necesita pero no siempre llega a ellas y a esa columna vertebral de la economía que son las Pequeñas y Medianas Empresas que siguen siendo atosigadas por las grandes empresas y los ciudadanos que van quedando fuera de un sistema laboral y deben sí o sí a recurrir a la degradante situación de vivir de la renta del Estado.

Queridos amigos, espero que estos tiempos de posibles cambios en la política nacional también nos traiga alivios y esperanza de prosperidad en aquellos que menos tienen.

Les dejo un abrazo de este humilde servidor.
Charly Hernández

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