
Jorge Suárez fue condenado a dos años de prisión en suspenso por la muerte de Raúl Calizaya, de 57 años, luego de que ambos se pelearon en la puerta de un bar de Rincón de los Sauces, el 23 de julio de 2015.
La resolución del crimen se dio el lunes 16 de mayo en el medio de la primera jornada del juicio oral al que Suárez había llegado acusado de homicidio simple.
Luego de oír al único testigo que se acercó al juicio, el fiscal Andrés Azar aseguró que el caso debía ser reencausado como homicidio preterintencional, que es cuando el atacante busca causar una lesión a la víctima pero no la muerte, usando para ello un medio que no debería llevar razonablemente a la muerte.
Calizaya fue asesinado a golpes de puño y patadas, y si bien la autopsia determinó que fue un elemento firme como un palo o roca lo que produjo la fractura de cráneo fatal, ningún testigo vio a Suárez con un elemento de ese tipo, ni tampoco fue encontrado en el lugar.
Ante ese escenario los jueces Andrés Repetto, Richar Trincheri y Martín Marcovesky declararon culpable a Suárez y lo condenaron a la pena acordada entre el fiscal y el defensor Pedro Telleriarte, de dos años en suspenso, ya que Suárez no contaba con antecedentes penales.
La pelea se produjo el jueves 23 de julio de 2015 en la vereda de un bar de una céntrica esquina de nuestra ciudad. Calizaya había llegado del norte argentino y trabajaba en el petróleo y la construcción. Falleció horas más tarde en el hospital Castro Rendón producto de las graves lesiones recibidas.
El episodio ocurrió en la intersección de las calles Perón y Mendoza, en la vereda de un local nocturno llamado "Amadeus".
La víctima quedó tirada y abandonada en la misma esquina hasta que, poco antes de las seis de la mañana, un vecino del lugar llamó a una ambulancia del hospital, avisando que había una persona herida en la vía pública. El agresor fue atrapado en inmediaciones del bar en cuestión.
Los médicos del nosocomio decidieron derivar al herido a la clínica de petroleros ya que las lesiones craneales lo dejaron en coma profundo.
Sin embargo, en ése centro de salud estabilizaron al hombre y también lo derivaron al hospital Castro Rendón de Neuquén capital, asegurando que estaba en estado muy grave producto de la fractura de cráneo.
Alrededor de las 19 del mismo jueves, el hombre de 57 años falleció en el nosocomio Regional.
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