Un hombre y su mujer salvaron sus vidas gracias al accionar de un vecino que vio el incendio al transitar por el barrio Las Bardas, saltó un cerco golpeó la puerta de la casilla donde se encontraban durmiendo, hasta lograr que se despertaran
El hecho ocurrió en la madrugada del domingo 10 de junio, alrededor de las 2.30, producto de un cortocircuito eléctrico que originó el fuego en una precaria casilla de madera ubicada en ese sector de la periferia de esta ciudad.
Dos dotaciones hidrantes de bomberos voluntarios y personal policial se hicieron presentes en el lugar en medio de un incendio de grandes dimensiones y con serios riesgos de electrificación, ya que el servicio eléctrico no está regulado en la zona y varios cables podían observarse a baja altura, incluso muchos a nivel del suelo.
En diálogo con La Mañana de Neuquén, el jefe del cuerpo activo de bomberos, Marcelo Guevara, sostuvo que fue un operativo muy complicado, en medio de la oscuridad y con gran peligro de electrificación porque son todas conexiones eléctricas clandestinas las que tienen los vecinos en ese sector.
El oficial aseguró que “se escucharon algunas detonaciones, debido a que en el interior del domicilio había garrafas de gas, un tubo de acetileno y otros elementos altamente inflamables como piedras de carburo”. También agregó que “en el lugar funcionaba un pequeño taller de chapa y pintura, donde se encontraban estos productos”.
Otro vecino que estuvo en las inmediaciones contó que “un joven que pasaba por la cuadra vio como desde un poste saltaban chispas y como el fuego se iba propagando a través de un cable que estaba conectado a la vivienda incendiada”.
Indicó que “al ver que el fuego estaba en el interior de la casilla, saltó un cerco y fue directamente hacia la puerta principal, donde golpeó de forma insistente hasta que logró despertar a una pareja de adultos mayores que dormía en el interior”.
Señaló que, “al momento de abrir la puerta, una bocanada de fuego salió del interior de la vivienda sin generar lesiones en ninguna de las tres personas”.
La destrucción de la vivienda fue total. La familia fue identificada como de apellido Barauna y se conoció que en interior había una importante cantidad de mesas y sillas que esperaban ser utilizadas para un emprendimiento gastronómico.
Durante las últimas horas, la solidaridad de los vecinos rinconenses no se hizo esperar y colaboraron con lo que pudieron, desde dinero en efectivo hasta ropa y mercadería.
Desde el área de Desarrollo Social los funcionarios Pablo Castro y Nayit Méndez se acercaron y comprometieron ayuda de la comuna. También el gremio ATE Rincón se hizo eco de la situación, colaborando con los damnificados.
Fuente: La Mañana de Neuquén
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