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Denuncia y juicio por petrolero con radiación en sangre

La empresa Baker Hughes “hizo un total abandono de persona”, sostuvo la esposa de Raúl Martínez quien aseguró que además de despedirlo sin razón no le pagaron indemnización ni tratamientos de salud.
Darío Hernán Irigaray
Por Darío Hernán Irigaray

En agosto de 2011 una noticia sacudió a Rincón de los Sauces, cuando un operario de la firma Baker Hughes denunció a la empresa por contaminación, luego de sufrir un accidente Manipulando pastillas radioactivas.

Raúl Epifanio Martínez, de 50 años de edad, trabajó activamente en la compañía Baker Hughes y sostuvo que el material se acumulaba fuera de su contenedor de plomo en un pozo cavado en la tierra, dentro de la base en la zona urbana local.

“Sacábamos las pastillas de los contenedores y las colocábamos dentro de caños plásticos encadenadas. Esos caños estaban acomodados dentro de un pozo en la tierra de unos quince metros de profundidad y los elementos radioactivos tocaban la tierra en el fondo”, recordó. “Después de mi accidente sacaron todo de allí y construyeron un búnker para acopiar las fuentes radiactivas”.

Luego del siniestro y su posterior denuncia, Martínez fue asistido por la empresa y despedido al poco tiempo, aparentemente por haber denunciado a la firma. Entonces comenzó su peregrinaje para recuperar su salud y también sus demandas ante la justicia, iniciando una causa judicial en Buenos Aires.

La misma se tramita en el Juzgado Nacional de Primera Instancia del Trabajo Nº 2, a cargo del Dr. Miguel Angel Gorla, secretaría única a cargo del Dr. Santiago Docampo Miño de la ciudad autónoma de Buenos Aires y está caratulada como “Martínez Raúl Epifanio c/ Baker Hughes Argentina SRL y otro S/Accidente” (Expediente Nº 25.299/2011), siendo presentada por el letrado Marcelo Martín Szklarz.

La esposa del damnificado contó a El Periódico de Rincón que la demanda laboral sigue su curso y que fue iniciada luego de su despido. “Baker nos dejó abandonados, hizo un total abandono de persona”, sostuvo. “Lo despidieron, no le pagaron indemnización ni tratamientos de salud. Sólo fue a la clínica nuclear durante el primer mes, luego lo mandaron unos meses más y se desligaron”, agregó.

Desde entonces y con el apoyo de su familia, Martínez ha costeado de su bolsillo su rehabilitación en una clínica nuclear de Buenos Aires, tomando una serie de medicamentos para intentar estabilizar su salud.

“Son dos tipos de pastillas, para regular la sangre y los tejidos afectados por la radiación”, aclaró Martínez y resaltó que debe seguir siendo monitoreado regularmente con una serie de estudios, que son costeados por la familia. En la actualidad, el ex operario de Baker Hughes, quien habría sido abandonado por la firma, continúa bajo tratamiento y está desempleado, manteniéndose con el sueldo de su esposa.

Raúl Martínez, de 50 años, denunció a la empresa exhibiendo documentación médica que avalaba su deteriorada condición física “por contaminación con cesio en sangre”. Desde este medio se intentó en reiteradas oportunidades obtener una versión de la empresa Baker Hughes, en la ciudad de Rincón de los Sauces, Neuquén y hasta en Buenos Aires, sin obtener respuesta alguna, ni contacto con algún vocero de la firma.

El cesio radiactivo es un metal blando que se usa en herramientas de precisión para el terminado de pozos hidrocarburíferos. Puede provocar daño celular por radiación (emitida por las partículas del cesio) a los seres vivos. La radiación y exposición al cesio provoca que los afectados tengan un 95% de probabilidades de contraer enfermedades.

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