El sábado 6 de Agosto, en el polideportivo municipal, la ciudad fue testigo de una vibrante noche de pelea de jaulas que enfrentó a la delegación local frente a la delegación Neuquina, Inferno Fight Club.

La noche de combate comenzó a caldearse debido a irregularidades en el manejo del reloj que controla los periodos de 3 minutos que dura cada round. Además distintos fallos arbitrales en otras contiendas provocó el enojo de los presentes.

Ya sobre la mitad del evento, un luchador de la delegación neuquina, le propinó un cabezazo antirreglamentario al peleador local, el cual generó que el mismo sea trasladado al hospital para ser atendido.

Inmediatamente los familiares del luchador agredido increparon a la delegación visitante. Esto generó que se produjeran incidentes, los cuales no impidieron que se termine de llevar a cabo el espectáculo.

Según indicaron a La Mañana de Neuquén algunos espectadores afirmaron que “hubo muchas irregularidades, parecía una pelea callejera, varios cabezazos no permitidos de uno y otro lado, hasta que llegó el golpe que la dio por terminada y la intervención de personal de salud”.

Al finalizar el combate, la delegación de Neuquén debió ser escoltada por la policía para evitar mayores inconvenientes.