El Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, publicó una emotiva carta de despedida para Ricardo "Richard" Dewey, integrante de la comisión directiva y candidato a secretario adjunto, junto a Marcelo Rucci, en la elección prevista para el mes de octubre.

Dewey falleció el martes en un siniestro de tránsito en inmediaciones del arroyo Carranza, sobre la Ruta 5, en cercanías de Rincón de los Sauces. Su muerte provocó un profundo pesar no solo en el sindicato petrolero, sino también en toda la comunidad.

En la carta, autoridades del sindicato repasaron su vida sindical y su compromiso con los trabajadores petroleros. "Richard creció y lo hizo, como decía él, de cara a los trabajadores; “mirándonos a los ojos”, señala en un fragmento.

El texto completo, consigna lo siguiente:

"Es difícil hablar de quienes nos dejaron. Pero es necesario recordar siempre quienes fueron aquellos que admiramos, respetamos y queremos.
Ricardo Ezequiel Dewey, Richard, como lo conocían todos, era un hombre que a sus 45 años se encontraba en el cruce exacto entre la juventud y la experiencia.
Había empezado con 1999 como operador de planta de los emprendimientos de exypefianos, bajo la administración de Skanska y luego Skaneu.
Fue por aquellos años que comenzó su vida gremial, algo que recordó durante la última asamblea del Sindicato de Petroleros Privados: “el 9 de septiembre de 1999 se cumplieron 22 años del primer paro lanzado en Rincón de los Sauces, un paro histórico”. Aquel hecho lo tuvo como protagonista y fue el puntapié inicial de su carrera gremial junto a su amigo Marcelo Rucci.
Integró el Cuerpo de Delegados de la organización, donde fue un activo representante de aquellos olvidados trabajadores de los tiempos de la YPF privatizada. No fue un hombre solitario, sino un trabajador más que sabía que el camino era plantarse de frente y junto a sus compañeros para reclamar por sus derechos.
El camino se pavimentó de luchas y fueron sus propios compañeros que lo respaldaron y sumaron a la conducción del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa.
A partir de 2012 se sumó a la Comisión Directiva del sindicato con el cargo de Secretario de Turismo, Cultura y Deportes. Un lugar, que desde la revolución que lo impulsaba, llevó adelante de manera notable y poniendo esos tres aspectos de la constitución humana a la par de los derechos laborales. Descanso y recreación se transformaron en preceptos enriquecedores de la vida institucional de la organización sindical.
Pero nunca era suficiente para Richard, el hombre que no dejó de ir nunca al campo a ver a los suyos. En 2012 fundó, y fue primer presidente, del club de fútbol Deportivo Rincón. Una institución indisolublemente unida a la vida del sindicato y que se midió con los grandes del futbol nacional en la Copa Argentina, tras consagrarse como el líder indiscutido del futbol local.
Richard, el hombre que siempre recorría los yacimientos, y sin importar cuan lejos estuviera, volvía a su casa para ver a su esposa e hijos. Richard era un hombre de familia.
Sin dejar de trabajar ardua y creativamente en su secretaría sindical, tomó la responsabilidad de trabajar en el corazón de Vaca Muerta. En Añelo estableció su base como Delegado Regional y armó un equipo de jóvenes a su imagen y semejanza.
Bastaba entrar a la delegación para ver como registraba meticulosamente en una pizarra blanca cada empresa de la zona, su actividad y como estaba su gente. Richard creció y lo hizo, como decía él, de cara a los trabajadores; “mirándonos a los ojos”.
El cargo no fue una sitial en el que acomodarse y descansar, ni un lugar para marearse por la responsabilidad. Richard se sentó en la mesa de negociación con las empresas junto a Guillermo Pereyra, Marcelo Rucci, Ricardo Astrada y Daniel Andersch, entre otros. En sus palabras siempre llevó el corazón y sueños de sus compañeros trabajadores.
Le tocaba otro escalón. El futuro se asomó a su vida laboral y junto a Marcelo Rucci, encabezaron la lista Azul y Blanca para las elecciones sindicales.
Richard, el incansable, era la renovación exacta que se aprestaba a continuar la enorme obra del sindicato petrolero más importante del país. Pero Dios tuvo otro destino para nuestro amigo.
Richard, que revolucionó la realidad desde el trabajo, la templanza y el coraje, partió físicamente. Nos queda el dolor de no tenerlo con nosotros, pero sabemos que su alma de león quedará en cada uno de quienes supimos trabajar junto a él.
¡Hasta siempre compañero!