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Un comedor que necesita la ayuda de todos

Desde hace un mes y con el objetivo de brindar una mano solidaria, una vecina les está dando de comer a personas en situación de vulnerabilidad en la ciudad. Conocé su historia.
Horacio Beascochea
Por Horacio Beascochea

Como las buenas iniciativas, la idea fue madurando con el tiempo hasta que al fin se hizo realidad. Una vecina de Rincón de los Sauces, Andy Abraham, decidió abrir un comedor para brindar asistencia para personas en situación de vulnerabilidad.

“La idea del comedorcito se viene gestado desde hace mucho tiempo, pero solo ahora hace un mes pude empezar a dar de comer”, dijo en diálogo con El Periódico de Rincón.

El comedor solidario “Las Huellitas del Pichón” funciona en Juan Manuel de Rosas 1010, en el fondo de una casita alquilada donde Andy armó una especie de tinglado para dar de comer. “ Ahí puse mesones y bancos, cocino y sirvo la comida”, agregó.

En la actualidad 24 niños se acercan hasta su casa para conseguir un almuerzo diario. “¿Por qué empecé con esto? Cuando era chica, fui abandonada en un campo y ahí conocí la necesidad, el hambre,la soledad, el miedo. Todo lo que te puedas imaginar. Por eso entiendo perfectamente como es esto del desamparo”, agregó.

Andy contó que llegó a Rincón en el año 2003 con sus hijos. “Después de vivir 5 años acá, me fui al valle para que mi hija estudiara y emprendiera un pequeño negocio. Luego volvimos y actualmente trabajo en forma independiente”, aclaró.

“Quisiera aclarar que por ahora solo es la gente común la que me ayuda con esta iniciativa: mis amigas y algunos vecinos de Rincón que me traen algo, para preparar la comida”, precisó.

El comedor solidario se ha convertido en un lugar de contención y reunión, mostrando otra realidad en Rincón, acostumbrada al ritmo del trabajo en el petróleo y adonde la gente sigue llegando en busca de un empleo. “Las personas vienen acá, almuerzan y cuentan lo que hacen en el día. Somos como un gran familia”, agregó Andy.

En el lugar, las carencias son muchas. No cuenta con una cocina industrial, ni pileta para lavar los platos o un freezer. Por eso, la mercadería que tiene es la necesaria para el día. “Me levanto temprano voy a buscar la verdura que me dan en una verdulería y con eso cocino desde las 6 de la mañana porque tengo una cocinita común”, agregó.

“Tengo un sueño y es que podamos techar con chapas una partecita del comedor (le faltan 3 metros por 2),ya que se nos hace chico el lugar. Mi meta es llegar a tener mi salón propio, en algún momento. Por ahora, doy de comer acá en mi patio y eso me hace muy feliz”, agrega. “Estoy eternamente agradecida a la gente que me trae una botellita de aceite o un postre para los niños”, contó.

“Nadie me ayuda”, sentencia cuando se le pregunta si recibe alguna mano de instituciones oficiales o privadas de Rincón de los Sauces. “Sólo la gente que me conoce, a veces me acerca algo para seguir con esto. Lo que más necesito es el freezer y la cocina y no sé si alguien nos daría algo así. También nos pueden ayudar con carne, leche y frutas, ya que cada día se suman más personas y no quiero dejar a nadie sin comida”, expresó.

Para quienes estén interesados en colaborar con Andy, pueden comunicare a los celulares: 299-5793354 (Movistar) o 299-5084017 (Claro). También la pueden contactar en la red social Facebook, en Las Huellitas del Pichón Comedor Solidario.

“Ojala alguien nos tendiera una mano y sino, yo estoy segura que siempre pero siempre, voy a poder brindarles con la ayuda de Dios un platito de comida, afecto y contención para estos chicos”, dijo a modo de cierre.

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