Alrededor de las 8 de la mañana del pasado 8 de mayo, fue encontrado un hombre tirado boca abajo, en un descampado frente al monumento al hombre petrolero, cerca de un Fiat Duna azul.

La víctima fue identificada como Juan Carlos Aveiro, de 41 años, y la policía identificó a varios de los sospechosos. Aveiro presentaba dos balazos en la espalda.

Según se supo el fallecido circuló junto a otras personas dentro de un Fiat Duna azul y se supone que los acompañantes podrían estar involucrados con su muerte.

La policía buscó intensamente a los ocupantes del automóvil y quienes lo siguieron a salida de un local nocturno donde habían mantenido una pelea.

El hecho comenzó cerca de las 3 de la madrugada cuando la víctima y dos compañeros llegaron a un local nocturno para tomar unos tragos. Horas después, cerca de las 5, otro grupo de personas, cuatro hombres y una mujer, llegaron al mismo lugar pero no le permitieron el ingreso por que estaban por cerrar. El grupo de desconocidos se retiró del lugar aunque decidió esperar en la vereda, según indicaron testigos.

Minutos después, al salir Aveiro y sus dos compañeros, se inició una discusión con los cuatro hombres que rápidamente derivó en una pelea.
Al finalizar la pelea, el grupo de cuatro hombres y una mujer se subió al automóvil con el que habían llegado y se retiraron del lugar.

Al parecer el enojo de los ocupantes del automóvil no cesó con la pelea ya que poco después regresaron en busca de los petroleros. Cerca del local nocturno uno de los hombres interceptó a una empleada del lugar y la amenazó con un arma de fuego para que le dijera dónde se encontraban los petroleros. La mujer, por fortuna, aprovechó la llegada de un remís para escapar corriendo.

Los ocupantes del auto, ya sin la mujer al parecer, siguieron la búsqueda de los petroleros y tuvieron suerte ya que a las pocas cuadras dieron con Aveiro y uno de sus compañeros, que caminaban de regreso a sus viviendas.

Según testigos indican desde el interior del auto los ocupantes comenzaron a balear a Aveiro y su compañero, quienes se separaron tras el ataque y corrieron en direcciones opuestas.

El compañero de Aveiro logró llegar corriendo a la casa del tercer petrolero y avisó de lo sucedido, por lo que de inmediato los dos salieron en búsqueda de la víctima.

Dentro del vehículo no se observaron manchas de sangre ni signos de violencia, y tampoco en el lugar donde apareció el cuerpo, por ello se supone que fue baleado en otra escena.

La Policía inició un rápido operativo para tratar de dar con los cuatro ocupantes del auto de los cuales dos ya estarían identificados por los investigadores. El mismo día, la Policía realizó cuatro allanamientos en Rincón de los Sauces y demoró a uno de los posibles partícipes del hecho.