Con el número de expediente 345/09, el pasado 2 de marzo, el juzgado de faltas a cargo de José Luis Miranda, labró un acta de inspección y otra notarial con fecha 1 de marzo a las 22:30 horas, en donde se constata el derrame y vertido de hidrocarburos por la rotura de una cañería, responsabilidad de la empresa Oldelval S.A.

Según se expresa en el escrito, la extensión de lo derramado tendría 150 por 40 metros aproximadamente, ubicado entre el poste 121 y 122, de la línea de alta tensión de 33 kw, esparciéndose dentro de un cañadón de arena denominado “De los Loros”, lo que provoca un esparcimiento y permeabilidad del producto.

En el mismo acto se tomaron muestras fotográficas, las cuales fueron debidamente certificadas, así como también muestras del líquido derramado para su posterior análisis.

La empresa fue correspondientemente notificada por parte del Juzgado de Faltas, considerando plena prueba de la responsabilidad del infractor.

Desde el juzgado se sostiene que su función es la de prevenir el daño al medio ambiente, entendiendo que la manera más eficaz de concretar esta es ejemplificar a través de los medios disponibles a las empresas responsables de su tratamiento.

El juez José Luis Miranda sostiene que la empresa Oldelval S.A., la encargada de realizar los trabajos vinculados al transporte y manipulación de hidrocarburos en el ejido municipal de Rincón de los Sauces, ha cometido severas infracciones a la ordenanza 1084/07, que en sus artículos 96 y 105 impone duras penas por contaminar el medio ambiente y derramar productos hidrorcarburíferos sin el correspondiente tratamiento aprobado por la autoridad de aplicación.

En este sentido, le podría caber una multa que va desde los 2500 módulos o pesos, hasta los 3 millones, a las que se le puede sumar la sanción de inhabilitación o clausura.

La empresa dispone de 5 días hábiles para realizar su descargo correspondiente, que no debería extenderse más allá del próximo 10 de marzo.

Asimismo, el juzgado intimó a la empresa a presentar en el mismo plazo la disposición final de la tierra empetrolada y el análisis posterior al saneamiento correspondiente.