En declaraciones a la radio neuquina LU5, Guillermo Pereyra, titular del Sindicato del Petróleo y Gas privado de Río Negro y Neuquén, confirmó que más de 1800 trabajadores petroleros han quedado cesantes.
El gremialista agregó que el próximo paso a seguir es exigir a los empresarios para que se respete el acuerdo firmado en noviembre, en donde las productoras de petróleo acordaban no realizar despidos a cambio del que el gremio no solicitara nuevos aumentos salariales.
Pereyra aclaró que el sector "está atravesando un momento difícil" y sostuvo que hay "muchos obreros que deben permanecer en su casa, lo cual representa una pérdida en la remuneración de las horas extras, cercano a los 2.500 pesos por mes".
“Hay que exigir que se respete lo firmado”, declaró el dirigente gremial y adelantó que si no se logra un acuerdo, se definirán las medidas de fuerza necesarias para preservar la fuente laboral del sector.
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