Durante cuatro días la empresa Telefónica de Argentina así como su subsidiaria Movistar dejaron incomunicada a la ciudad. Hubo unas pocas horas donde funcionaron los teléfonos pero en forma intermitente.
La ciudad fue un caos, desde el viernes 19 de diciembre y hasta inclusive el lunes 22 de diciembre al mediodía los teléfonos no funcionaron.
No funcionaron ni en forma local, ni con otras localidades, ni se recibían o enviaban mensajes.
Desde este medio pudimos constatar que la policía, bomberos, hospital como otros servicios que velan por la seguridad de las personas no funcionaban.
Solo existían comunicaciones a través de la empresa Claro.
Al llamar desde otras localidades al 114, numero para denunciar averías, informaban que el servicio se estaba prestando correctamente. Al consultarle si tenían un teléfono para llamar y verificar que realmente no funcionaba y se informaba un mensaje que hacía entender que el teléfono había sido dado de baja por falta de pago, la respuesta era negativa.
“Por sistema nos figura que esta perfecta la línea, no me aparece nada. ¿Su teléfono andará bien?”, indicaban desde el numero 114, que según indican es el “soporte técnico de telefónica”.
No hay palabras para la falta de servicio, por que no solo que no reconocen sus inconvenientes, no lo comunican a la población, sino que además intentan hacerle creer al usuario que llama que él tiene un problema.
“Ni tono teníamos, quedaron muertos los teléfonos” nos contaba una vecina del alto de la ciudad, algo realmente raro a lo que telefónica no supo responder.
Los usuarios de telefonía están cansados de ser tratados como si les hicieran un favor por un servicio que no dudan en facturarlo como si fuera prestado eficientemente.
Desde la comisaría confirmaron que estuvieron con las líneas cortadas sin poder recibir ningún tipo de llamadas, inclusive desde los teléfonos móviles.