Luego de la sesión semanal del Concejo Deliberante, el asesor de la Concejal Lidia Anaya, Gustavo Sánchez del Valle, se arrimó hasta el bloque del Concejal Fabián Raninqueo y lo amenazó de muerte. El hecho se desató luego de una charla subida de tono por el no tratamiento de proyectos presentados en la sesión.
Al serle solicitado que se retirara del recinto, lo intimidó con un cuchillo que sacó de su cintura. Evita Arias, directora de recursos humanos, se interpuso entre Raninqueo y Sánchez Del Valle, intentando calmar las aguas, diciéndole al agresor “que estaba loco y se retirara del lugar”.
De inmediato fue realizada una denuncia en la policía que provocó la detención inmediata de Gustavo Sánchez del Valle.
La ira de Sánchez habría comenzado según el presidente del concejo, Carlos Herrera, cuando la mayoría de los presentes en la sesión pasaron los proyectos presentados por su bloque a comisión denegando el tratamiento sobre tablas.
Lidia Josefa Anaya, concejal por el FRV, presentó anteriormente tres proyectos para que sean tratados y aprobados en la habitual sesión de los miércoles. Aunque en esta oportunidad la misma había sido trasladada para el jueves.
La conmoción sigue entre todos los integrantes del Concejo Deliberante de la ciudad por el sorpresivo hecho.
En sesión especial, el 23 de agosto pasado, los siete concejales, reunidos decidieron por unanimidad despedir al asesor del bloque frente para la victoria dejándolo inhabilitado para ejercer su función dentro del municipio. Anaya fue la única que intentó defender al agresor hasta último momento, pronunciando su voto en contra.
Por otro lado, también se está buscando la forma de negarle la entrada al concejo deliberante, ya que su conducta fue inapropiada y violenta.
Según comentó Carlos Herrera al diario "Río Negro" este es un edificio público por lo que prohibir el ingreso a una persona no es un mero trámite, pero según los abogados del resto de los bloques y del nuestro propio, es factible teniendo en cuenta la peligrosidad del asesor ante la conducta que ya quedó demostrada", indicó.
Cabe resaltar que a la concejal Anaya no le constan los agravios porque según declaró fue un hecho que transcurrió entre cuatro paredes y los supuestos testigos son empleados de Raninqueo. Además agregó que es muy posible que este episodio sea una “cama política” y esté armado para terminar su brillante carrera.
Lo cierto es que fue un hecho confuso e histórico en la historia política de Rincón, ahora solo queda esperar la decisión de la justicia y saber si le va a estar prohibida la entrada al concejo por los agravios cometidos hecho que generó repudió de toda la sociedad.