A días de haberse aprobado un presupuesto de 45 millones de pesos, el Concejo Deliberante recibió por parte del ejecutivo municipal una solicitud donde se requiere una declaración de emergencia económica.

El intendente Hugo Wernli, como sorprendido de la situación, solicitó la emergencia económica, pero lo cierto es que la situación no tendría que haberlo sorprendido, ya que es el resultado de lentas decisiones. Con esto no se quiere decir que no se gastó el dinero correctamente, si no que no se tomó conciencia del estado que venía siendo advertido por el secretario de finanzas.

El documento que acercó el intendente al deliberante ingresó minutos antes de la sesión que realizaron el pasado miércoles 13 de agosto, pero para la mayoría de los concejales, incluyendo uno de sus propias filas, decidieron que no era urgente tratarlo.

Supuestamente la razón de la negativa sería que el ejecutivo no demostró los informes que avalan la emergencia económica municipal.

En una empresa privada habitualmente se hacen estudios de flujo de dinero, proyecciones a futuro y si no se cuentan con los recursos hay un margen para tomar decisiones. En esta ocasión parece que imprevistamente llegó la falta de dinero, por que todo tendría que alcanzar.

El corte de los teléfonos móviles fue el detonante para el intendente, ya que aparentemente lo agarró desprevenido.

Wernli se atrinchero en la capital neuquina, por más de una semana, en búsqueda de soluciones, insistiendo en conseguir una reunión con el gobierno provincial, para solicitar los fondos necesarios para salir del pozo.

La reunión fue realizada, se sumaron varios concejales y no se consiguió nada concreto a corto plazo.

Desde junio el Secretario de Economía y Finanzas del municipio José Luiz Arnáiz
venía intentando ordenar las cuentas. Parece que sus presagios se hicieron realidad y no fueron tomados en cuenta por quienes tenían que tomar las decisiones.

Llegando al cierre de esta edición y tras reiterados intentos de comunicarnos con Arnaiz no se pudo conocer la situación actual, ni si se había conseguido el dinero para cancelar los sueldos adeudados.

Lo concreto es que el intendente sigue por todos los medios buscando los recursos para poner al día al municipio y pagar sueldos, los concejales por otro lado quieren dinero para obras.