Este jueves 21 de junio desde las 9 horas, comienza el juicio por jurados por el aberrante crimen de Fernanda Pereyra, la joven de nuestra ciudad que fue asesinada a puñaladas y luego quemada estando embarazada de siete meses. Hay cuatro hombres acusados como coautores y una mujer como partícipe secundaria.
El crimen ocurrió el 20 de julio de 2017 y conmovió a la localidad. Por el hecho se detuvo y dejó con prisión preventiva a cinco personas: Luciano Hernández (ex pareja de Fernanda), Osvaldo Castillo, los hermanos Marillan, Diego y Fabio y Andrea Peruca, pareja de Castillo.
Los primero cuatro, presuntamente asociados en actividades ilegales, están acusados por homicidio doblemente calificado, por el vínculo y por el concurso premeditado de dos o más personas, mientras que la mujer figura como partícipe secundaria.
En estos días trascendió que el padre de Diego y Fabio Marillán sería acusado por amenazar a la fiscal Eugenia Titanti y a varios testigos de la causa. El hombre, que estuvo presente en todas las audiencias, tomaba apuntes sobre el nombre y apellido de los testigos así como también su dirección.
Las amenazas, en su mayoría, las realizó por Facebook, donde además dejó mensajes temerarios entre los que incluyó a la fiscal Titanti. Por este motivo la fiscalía inició una causa y ya se le notificó a Pedro Marillán, que debe designar una abogado defensor mientras se define el delito que le atribuirán aunque trascendió que sería el de amenazas.
Durante el juicio, que arranca a las 9, será clave demostrar la ubicación de los acusados y su participación, y no se descarta que en caso de verse complicados, ya que la pena que les podría recaer es la prisión perpetua, alguno se quiebre y revele todo lo ocurrido.
El femicidio
El 20 de julio de 2017 la joven de 27 años, mamá de dos chicos y embarazada de siete meses, había regresado recientemente de visitar a su papá y su hija en San Rafael, Mendoza.
Fernanda había quedado en juntarse con su ex, Luciano Hernández, por lo que dejó a su hijo con una amiga. La trama de la investigación da cuenta de que la joven fue subida a un vehículo que logró escapar y luego la alcanzaron cuando intentaba volver a buscar a su hijo.
Ahí la asesinaron de cinco puñaladas y la criatura agonizó durante diez minutos en su vientre hasta que por falta de oxígeno, murió. De ahí trasladaron el cuerpo de Fernanda a unos 3 kilómetros a las afueras de Rincón, y a la vera de la Ruta 6 la quemaron en una pira armada con palets, leña y cubiertas.
El cadáver calcinado fue reconocido gracias a una medalla y al estado de embarazo. Días después, el ADN corroboró su identidad. (Foto: Miguel Huentecol).
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