El jueves 13 de agosto, en una audiencia de determinación de la pena, el fiscal del caso Juan Agustín García (fiscalía de Delitos Violentos contra las Personas) solicitó que Kevin Ismael Carrasco sea condenado a 14 años de prisión de efectivo cumplimiento.

El joven fue encontrado responsable penal por la muerte de David Gerardo Hernández, ocurrida en octubre de 2014 en Rincón de los Sauces.

El representante del Ministerio Público Fiscal había pedido en su alegato que se considere como agravante para determinar la pena, que el imputado realizó una acción premeditada. También que utilizó un arma de fuego de grueso calibre para cometer la agresión.

El abogado querellante Raúl Romero, había requerido una pena con el máximo establecido por Ley para el tipo de delito: 15 años.

El tribunal colegiado integrado por Florencia Martini, Carina Álvarez y Alfredo Elosu Larumbe resolvió por unanimidad condenar al imputado a la pena de 12 años de prisión de efectivo cumplimiento.

Algunos de los agravantes que tomaron en cuenta para fijar la pena fueron que Carrasco tenía razones anteriores al hecho para delinquir, el peligro existente para terceros (la víctima estaba en compañía de otras personas) y la premeditación de la acción. Como atenuantes consideraron la corta edad del imputado y la falta de antecedentes penales, según se consignó desde el Ministerio Público Fiscal.

El delito por el cual Kevin Carrasco fue condenado es homicidio simple, agravado por la utilización de un arma de fuego, en carácter de autor (artículos 79, 45 y 41 bis 1º párrafo, todos del Código Penal).

La teoría del caso del Ministerio Público Fiscal, ratificada por unanimidad por el tribunal colegiado, fue que el hecho ocurrió el 5 de octubre de 2014. Kevin Ismael Carrasco le disparó con una escopeta a David Gerardo Hernández desde un automóvil.

La víctima murió por las heridas recibidas. El hecho fue en la esquina de las calles Neuquén y Almafuerte de la ciudad de Rincón de los Sauces. Carrasco llegó al lugar del hecho en un vehículo, acompañado por otro joven que fue sobreseído por el tribunal (el fiscal lo había acusado como participe necesario).

La defensa técnica del imputado fue ejercida por el abogado particular Gustavo Palmieri.