Los cuatro jóvenes sospechados de asesinar a Cristian Garrido, de 36 años, el pasado 16 de noviembre, a quien acusaban de violador, seguirán detenidos, imputados por el delito de homicidio calificado, al haber sido cometido con el concurso premeditado de dos o más personas.

Cabe recordar que el brutal asesinato ocurrió en el barrio 26 de Abril, cuando las cuatro personas fuera al domicilio particular de la víctima y luego de acusarlo de abusador sexual contra un niño de 13 años, lo asesinaron a golpes, con elementos que podrían vincularse con la agresión, como una azada y un martillo.

Según los resultados de la autopsia, Garrido murió por un golpe que recibió en su cabeza y un puntazo de arma blanca en el tórax. Aunque también sufrió múltiples heridas en distintas partes de su cuerpo. Pese a la bruta agresión, se indicó que no murió en el acto; la víctima agonizó por un lapso de tiempo. Un día después lo encontró su hermana, ya muerto, y dio aviso a la Policía.

La hipótesis que los investigadores manejaron desde un inicio señala que el desencadenante podría haber sido la posible insinuación sexual que le hizo la víctima a un chico de 13 años.

Esta circunstancia habría ocurrido antes de que Garrido fuera asesinado. Testigos reforzaron esa versión al referir que escucharon cómo los atacantes le recriminaban a la víctima ser un violador y a Garrido decirles que estaban equivocados.

Dos de los detenidos son hermanos, de apellido Tolosa. Mantienen una relación de amistad con los otros dos acusados, identificados como Cortez y Herrera. (La Mañana de Neuquén)