En la jornada del martes 18 de octubre se esperaba con mucha ansiedad la declaración del único acusado por el crimen de Micaela Recchini, la joven asesinada a golpes, ocurrido el 14 de marzo de 2010.

Héctor Cortéz se declaró inocente y dijo que a Micaela la dejó en la plaza, tomándose un remis y pese a que en su auto se encontró sangre y la cartera de Micaela.

En tanto, la fiscalía pidió 25 años de prisión y el abogado de la familia, cadena perpetua.

Cabe recordar que en la jornada del lunes 17 de octubre, 6 testigos propuestos por la defensa dijeron que el comportamiento del imputado era normal como vecino y empleado.

En cambio, la semana anterior, varios testigos habían declarado testimonios comprometedores contra Cortéz.

La doctora Miriam Ordoñez sostuvo que poco después de cometido el aberrante homicidio atendió a Cortez en la guardia del hospital local. Afirmó que el joven presentaba un corte en el rostro, excoriaciones en la boca, en la zona del tórax y cuello; y que el sospechoso le contó que con su mujer Micaela Recchini “las cosas estaban mal”. Señaló que le dijo “esta vez le pegué mal”.

Otro médico psiquiatra propuesto por la familia de la víctima indicó que en la entrevista que se le realizó el joven manifestó en detalle todo lo ocurrido en las horas previas a la muerte violenta que sufriera Micaela.

El profesional sostuvo que de acuerdo a la forma en que el sujeto describió la situación “se puede decir que es simulada” y que en el momento de los hechos pudo comprender la criminalidad de sus actos y dirigir sus acciones.