A raíz de una denuncia presentada por un propietario de un cabaret al Juzgado de Faltas local, con copia a la Policía y la Subsecretaría de Comercio, se dio a conocer que supuestamente señoritas ofrecían servicios sexuales en las instalaciones de un motel en la zona de la costa.
En la misiva, el propietario de un cabaret, pidió la intervención del juez de faltas debido “a que circula en la ciudad una considerable cantidad de panfletos promocionando lisa y llanamente un prostíbulo” que funciona en un motel o albergue transitorio en la zona de la costa.
La denuncia concretamente hace hincapié en que los prostíbulos están prohibidos, dejando en claro que no existe una ordenanza o ley que habilite tal tipo de actividad.
Así mismo en el texto presentado se pregunta al juez: “¿Quien lo habilitó? ¿Está controlado? ¿Saben si no hay menores? ¿Tendrá licencia comercial? ¿Pagará algún impuesto?”.
También, tal como afirma el comunicado, se estableció un contacto con el titular de la propiedad, el señor Hugo Arroyo, quien deslindó responsabilidades para con el señor Hugo Guerra, persona que aparentemente hace dos años alquila el albergue transitorio en la zona de la costa.
En contacto con Hugo Guerra, quien no quiso dar declaraciones al respecto, pero confirmó que el tenía alquilada la propiedad en cuestión, lo cual desde la comuna ratificaron al señalar que la licencia comercial también se encuentra a su nombre.
Aunque los cabarets habilitados en la ciudad son tres y se escucharon rumores del malestar que ocasionaba esta actividad ilegal en el motel, solo uno de sus propietarios realizó la denuncia pertinente.
Desde la Comisaría afirmaron que mientras no actúe el juez o la fiscal del juzgado no pueden accionar ni realizar allanamiento alguno.
En el caso de la Subsecretaría de Comercio, indicaron que el que tiene que realizar las acciones correspondientes es el juez de Faltas, José Luis Miranda.
El mayor malestar de los propietarios de los cabarets es la supuesta y aparente competencia desleal, ya que aseveran que “están convocando alternadoras y parte del plantel”.
Lo cierto es que se desconoce si se llevará adelante un allanamiento para comprobar los dichos vertidos en la denuncia realizada por el propietario de un cabaret.
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