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“No queremos más Micaelas”

A un mes del terrible asesinato de Micaela Recchini, su madre Sandra Ferreyra sigue firme como el primer día con su reclamo de justicia y asegura que la recuerda todos los días. Pide a la comunidad que la acompañe en las marchas los días miércoles y sábados, a partir de las 20,30 horas.
Horacio Beascochea
Por Horacio Beascochea

El dolor de Sandra se reconoce con sólo mirarla. Demacrada, con un halo de tristeza a su alrededor y una firmeza inquebrantable, reclama justicia y le pide a todas las mujeres que no se dejen engañar por los golpeadores.

“Ahora estoy viviendo el peor momento de mi vida. Micaela era la mejor hija, una excelente madre, una excelente amiga y amaba profundamente a “Tony”, yo temía que algo terrible pudiera llegar a pasar. Y ocurrió, lamentablemente”, confiesa.
Sandra asegura que ella quería mucho a Héctor Antonio Cortéz, quien está sindicado como el autor de este terrible asesinato en la mañana del domingo 14 de marzo. “Eso te lo puede decir cualquiera, nosotros nos llevábamos muy bien”, aclara.

“Yo nunca me imaginé que él podía llegar a hacer algo así. De hecho, ellos se habían separado hace dos meses y Héctor me pidió que me quedara con los chicos, para llevársela a Mica a una reconciliación a Las Grutas, de la cual volvieron muy felices”.
La pareja llevaba junta unos 8 años y se habían conocido por amigos en común, cuando Micaela tenía 17 años. En estos años de convivencia tenían dos hijos de seis y tres años respectivamente.

Sandra cuenta que los chicos están al tanto de lo sucedido y que fueron notificados por una tía de Cortéz, por el Dr. Gajewski, una psicóloga y ella. “Se lo dijimos a la nena mayor, que es la que entendía: mamá se fue al cielo: te va a proteger de una estrellita, a lo que ella contestó con lágrimas en los ojos: papá se tendría que haber ido al cielo, no mamá”. Todos quedamos muy impactados con esa declaración”, confiesa emocionada.
Durante este mes, varios roces se han producido entre la familia Cortéz y Sandra Ferreyra, sobre todo, con un hermano de Héctor que tiene muy buena relación con los chicos.

“Al tercer día de haber enterrado a mi hija, fui a decirles a ellos que los chicos lo necesitaban. Los chicos tienen una relación normal con los tíos pero les aclaré que ellos se quedaban conmigo porque según la psicóloga no hay que moverlos de la casa. No tienen a su mamá, no tienen a su papá, no tienen que perder más de sus cosas”.

Esta tragedia ha acrecentado las diferencias entre las familias. Incluso un hermano de “Tony” le cruzó el auto a Sandra y la amenazó de muerte. Ante esta situación, el titular del juzgado multifueros, Ricardo Agostino, le dio la tutela provisoria de los chicos a Sandra Ferreyra.

“Yo no quiero que se rompan las relaciones con la otra parte. Los chicos los necesitan pero no de esta forma. “Yo les dije, vos a él (por Antonio Cortéz) lo ves, yo a mi hija, nunca más. Ella tenía 24 años y este hombre no pensó ni en él, ni en su mujer, ni en sus hijos, ni siquiera en su madre”, agregó.

“Quiero que la justicia se haga cargo de él y que le dé la pena que se merezca. Yo creo en la justicia divina y jamás le voy a hablar mal a los hijos de su papá. Los hijos solos se van a dar cuenta, de hecho, la nena sola se dio cuenta y lo dijo cuando le contamos que Micaela estaba en el cielo”.

El hecho de vivir en la casa de Micaela no es nada fácil para Sandra. “Para mí es toda una tortura. Yo duermo en su cama. Está su ropa, esta su foto, esta su recuerdo, pero lo estoy haciendo y tratando de sobrellevar por el bien de los chicos. El psicólogo me dijo que no los saque de su casa porque allí están sus juguetes, esta su cama con sus perros, pero es un sacrificio enorme para mí”, dice angustiada.

“Yo cuento con un lugar en mi casa. Para mí sería más fácil ya que no tendría tantos recuerdos de mi hija, pese a que el recuerdo lo tengo constante en mi corazón y en mi mente. No hay un segundo que me olvide de ella”, agrega.

En cuanto a las marchas que se vienen realizando en la ciudad todos los miércoles y sábados a partir de las 20.30 en la plaza San Martín.

Sandra Ferreyra agradece a la comunidad por el apoyo recibido. “No queremos que haya más Micaelas. Ella era una excelente mujer que ya no está. No queremos que el pueblo siga dormido y que se denuncien estos casos. Hay muchísimas mujeres golpeadas en Rincón y tienen que denunciar a los golpeadores, para que no haya más Micaelas”.

“El golpeador es embustero, las golpea y después dice que las ama y las vuelve a golpear y vuelve a decir que las aman y las vuelven a golpear, y las mujeres que aman realmente les creen, porque mi hija era una de ellas”, concluyó.

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