El pasado martes 27 de octubre, una mujer de mediana edad, quien sufría un gran dolor en el útero se dirigió a una clínica y al haber mucha gente se dirigió hasta otro centro médico privado, donde un médico clínico se hizo pasar por experto ginecólogo.
En confianza con el supuesto profesional, éste le explicó que el malestar que tenía se le iba a retirar si le propiciaba unos masajes vaginales, los cuales en su comienzo de la atención, ella acepto.
Luego de unos minutos y al apreciar los movimientos eróticos propiciados por el médico, la mujer le solicitó que se detenga y este continuó durante 15 minutos aproximadamente, generando en la mujer una situación más que incomoda.
Cabe destacar que la mujer, de un nivel intelectual y socio económico alto, confió en el profesional, pero al ver que lo que estaba recibiendo se parecía más a un masaje sexual, que a un tratamiento médico, imploró al médico detenerse.
De acuerdo a lo trascendido el médico impunemente le indicó a la paciente que debía reiterar el masaje durante 7 días, siendo éste una práctica antigua, que a pesar de estar en desuso, era muy efectiva.
Posteriormente, al encontrarse en una confusión absoluta, por la situación vivida, la mujer se dirigió a otro establecimiento médico, siendo atendida por un verdadero profesional médico ginecólogo, quien le señaló que esa práctica era inexistente y lo que le había ocurrido fue un claro caso de abuso sexual.
La mujer realizó la correspondiente denuncia del supuesto profesional, quedando muy compungida por las circunstancias vividas.
Compartinos tu opinión