El Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, realizó el martes 14 de enero por la mañana en el acceso a la ciudad de Catriel la primera asamblea de una serie que se desarrollarán en diferentes locaciones de la cuenca neuquina (Río Negro, La Pampa y Neuquén).
Pereyra estuvo acompañado por el secretario adjunto de la organización, Ricardo Astrada, el secretario Administrativo, Marcelo Rucci y el delegado regional de Catriel, Ceferino Leiva. De cara a la caducidad de conciliación voluntaria, el próximo 28 de enero, el secretario general detalló que la idea es difundir entre los afiliados cuál es el cuadro de situación.
Marcelo Rucci, resaltó que fue el sindicato el que propuso extender la conciliación de forma voluntaria para “que las partes nos sentemos a negociar y evitar que queden compañeros en la calle”.
Sin embargo advirtió: “Si no hay señal de las empresas para arreglar esto, hay posibilidades de medidas de fuerza al terminar la conciliación el próximo 28 de enero. Nosotros impulsamos el diálogo, pero si no tenemos respuesta evaluaremos un paro de actividades”.
Por su parte, Guillermo Pereyra enfatizó: “Las empresas deben tomar este tema y proponer soluciones. Queremos terminar con los despidos y suspensiones”, dijo, Y agregó: “No habrá paz social con trabajadores en la calle”.
Pereyra explicó que era muy complejo mantener una negociación en medio de una conciliación obligatoria y un cambio de gobierno. “Por eso decidimos extender la conciliación voluntaria hasta el 28 de enero. Sin embargo a pesar de nuestra voluntad de diálogo no hemos sido convocados. Las empresas no quieren someterse a un debate y están especulando”, afirmó.
Está claro que “finalizada la conciliación se activan los despidos y suspensiones que estaban congeladas por la conciliación obligatoria. Pero nosotros empezamos a movilizarnos para terminar con los aprietes de las empresas. No habrá titubeos en esto: si hay despidos, se para toda la actividad. Esto lo deben resolver las empresas y no vamos a cargarle tintas al gobierno nacional”, dijo.
Ante una multitud de trabajadores, el dirigente gremial aseguró que “se tomarán todas las medidas necesarias para defender a ultranza los puestos de trabajo", y confirmó que "el día 23 de enero habrá una gran movilización de afiliados en la capital neuquina”.
Por otra parte Pereyra adelantó que tras el anuncio de movilización y estado de alerta de la organización sindical, recibió un llamado de Nación para mantener el próximo viernes 17 una reunión con los ministros de Trabajo; Claudio Moroni, y de Producción; Matías Kulfas, para intentar llegar a una solución con las empresas.
Finalmente, tras informar que el bono de 4 mil pesos decretado por el gobierno de Fernández no alcanza al sector petrolero porque está destinado a los salarios más bajos de la actividad privada, Pereyra confirmó que siguen adelante con el proceso de paritarias y que una vez que estén los índices inflacionarios de febrero se sentarán a negociar los nuevos ajustes salariales para el año en curso.
Medidas de fuerza
El secretario adjunto del sindicato, Ricardo Astrada denunció: “Las empresas operadoras nos agarran de rehenes para que hagamos conflicto porque no se ponen de acuerdo con el gobierno nacional. Lamentablemente con casi 3 mil compañeros suspendidos o con telegramas no nos dejan más opción que movilizarnos. Estamos en pie de guerra, faltan 10 días para que terminé la conciliación y siguen bajando equipos”, dijo.
En ese sentido explicó que ese paro de actividad “implica más gente en la calle. Tenemos que estar todos juntos y lucharla. Si caemos, caemos luchando. Nosotros que queremos que todos tengan trabajo. Ellos no se ponen de acuerdo y pagamos nosotros”.
Finalmente reclamo a las empresas que “pongan a funcionar los fierros. Nosotros estamos para trabajar y sacar gas y petróleo para todo el país. Que se pongan de acuerdo porque si no lo hacen vamos a la pelea”.
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