Luego de que se conociera este jueves que empresas de servicios habían enviado 600 telegramas de despidos en la cuenca neuquina, el gobierno nacional dictó la conciliación obligatoria y retrotrajo la situación hasta antes del conflicto.
Ante los despidos, el sindicato petrolero que dirige Guillermo Pereyra, había lanzado un paro de 24 horas. El Ministerio de Producción y Trabajo anunció la conciliación obligatoria con validez a partir de las 17 horas y por el plazo de 15 días para evitar que las empresas de servicios petroleros despidan a al menos 600 empleados, según transcendió en las últimas horas tras los envíos de los telegramas.
En concreto, San Antonio y Schlumberger, dos compañías que ofrecen servicios de perforación a las petroleras, comenzaron a enviar telegramas de despidos, según anticipó el portal Econojournal. Entre las causas, alegan que tenían un exceso de personas que venían acarreando desde hace un par de años, que se mantuvo ante la expectativa de que la actividad económica repunte, lo cual se detuvo después del 11 de agosto.
La merma en la actividad se debe a varios factores, entre los que se encuentra el pasado congelamiento del precio a los combustibles y el actual aplicado sobre las tarifas de gas y luz; la incertidumbre sobre el plan energético del próximo gobierno y la sobreoferta de gas que se produce en los meses de verano, precisa la nota del diario “La Nación”.
Ante esta situación, el Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, declaró el paro total de actividades por 24 horas a partir del jueves y hasta mañana a las 12. “Otra vez los trabajadores se ven en una situación desesperada por el anuncio de al menos 600 despidos, que se suman a las 1500 suspensiones operadas tras las elecciones primarias de agosto pasado", indicaron en un comunicado.
“Nada es más importante que el bienestar del trabajador y de su familia. Por eso también pedimos que se convoque de manera urgente a la Mesa de Vaca Muerta (comisión Especial de Interpretación y Resolución de Conflictos), prevista en el artículo 33 del Convenio Colectivo de Trabajo, y al gobernador de la provincia del Neuquén para poner en marcha el mecanismo de resolución de conflictos previsto por ley”, agregaron.
Cabe recordar que la parálisis comenzó en agosto pasado, cuando el Gobierno sorprendió a la industria con la decisión de decretar el congelamiento de precios de los combustibles. Esta resolución finalizó hace dos semanas, pero todavía quedan otras incomodidades que no permiten reactivar las inversiones: la imposibilidad de mover utilidades y el escaso acceso al financiamiento internacional, entre otros factores.
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