El emplazamiento, con sala de exhibición, laboratorio y salón para visitantes, se complementará con un paseo al aire libre con réplicas en tamaño real. Las obras se encuentran en marcha y podrían concluirse a fin del 2018.
El museo paleontológico de Rincón de los Sauces dará un salto cualitativo que lo convertirá en un centro cultural de características únicas para exhibir las más de 800 piezas fósiles catalogadas que integran su colección.
La mudanza al nuevo emplazamiento duplicará los aproximadamente 800 m²de exhibición de la actual sede pero además contará en el exterior con un parque de dinosaurios con más de 15 réplicas a tamaño natural de algunos de los gigantescos herbívoros y carnívoros que habitaron la Patagonia hace millones de años.
Las obras en marcha implican la remodelación de galpones que el Municipio destinaba a otros usos y la ejecución de un paseo-circuito al aire libre para el emplazamiento de los “dinos” que darán vida al parque. Empresas petroleras radicadas en la zona colaboran en los trabajos según informó Carlos Fuentes, director del museo, sin brindar precisiones.
El nuevo edificio dijo dispondrá de 2.000 m² cubiertos repartidos entre hall de entrada, sala de exhibición principal, laboratorio de preparación de fósiles y confección de réplicas, repositorio y colección de materiales, box turístico, sala audiovisual y dependencias.
Cabe recordar que el Museo Paleontológico Municipal Argentino Urquiza fue inaugurado el 20 de diciembre de 2000 y debe su nombre al primer maestro, llegado en 1969 a Rincón de los Sauces de la mano de YPF.
El origen de la institución se sitúa en 1996, en ocasión del gran descubrimiento que significó el hallazgo de un titanosaurio con su esqueleto, completo un 80%, a pocos kilómetros de la localidad.
El director señaló al diario “Río Negro” que una de las misiones del museo es proteger el patrimonio fósil de la región e involucrar a la comunidad. Para ello cuentan con un plantel integrado por el paleontólogo Leonardo Filippi, los técnicos Salvador Palomo y Adrián Schenkel y las guías Joana Perticorena y Lorena Salazar.
Las actividades con la comunidad son varias, detalló el directivo. Alumnos de jardín, del primario y secundario los visitan todo el año, y en las vacaciones de invierno realizan talleres de dos semanas para que asista la familia en pleno.
También el museo estuvo en la Feria de Turismo que realizó la provincia de Neuquén en agosto, o la Semana de la Ciencia en julio, ambas en el espacio DUAM de la capital. Es que la institución con sus bienes paleontológicos y culturales forma parte, como producto turístico, del Circuito Vaca Muerta.
En este sentido, el trabajo llevado a cabo dio sus frutos y el Museo creció en visitas, con un promedio en alza de 300 personas al mes. Unas 40.000 llevan visitado el museo desde sus orígenes.
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