
El líder del sindicato petrolero Guillermo Pereyra acordó con el plan diseñado por la gestión de Macri para fijar una baja escalonada del precio subsidiado del gas en boca de pozo hasta que en 2021 quede librado al mercado.
“El precio del gas liberado al mercado trae grandes beneficios para Neuquén”, consideró el dirigente al confirmar que este lunes 6 de marzo se publicó en el Boletín Oficial la reestructuración del Plan Gas.
El secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa aclaró que la resolución del Ministerio de Energía prevé un importante protagonismo para la provincia que, además de beneficiarse con las regalías, será la encargada de entregar las concesiones para la explotación del gas no convencional.
Como se recordará, la cartera de Energía, a cargo de Juan José Aranguren, estableció el precio del gas en boca de pozo hasta 2021. Hasta fines de 2018 se mantendrá a 7,50 dólares por millón de BTU. Pasará a 7 dólares al año siguiente, bajará a 6,50 en 2020 y hasta los 6 dólares en 2021. Luego quedará liberado al mercado.
“Estábamos esperando que se terminen los subsidios porque a los inversores no les gustan los subsidios, les gusta el mercado liberado”, acuñó el sindicalista.
Pereyra aseguró que esta resolución era el paso necesario para avanzar con la adenda al convenio colectivo de trabajo para el sector, ya que el acuerdo se había firmado por todos los referentes del rubro pero no había sido ratificado.
En declaraciones a LU5, el senador nacional aclaró que faltaba que el representante de los petroleros jerárquicos, Manuel Arévalo, ratificara su firma ante el Ministerio de Trabajo, cosa que se negaba a hacer por la falta de una resolución que asegurara un precio atractivo para los inversores.
El dirigente sindical consideró que la decisión de Arévalo fue acertada. “Parece que todo lo ponemos nosotros pero, ¿dónde están las inversiones?”, reclamó. Luego, aclaró que su ratificación del acuerdo no fue por presiones del gobierno nacional. “Yo estoy convencido de que este es el camino; en un momento de profunda crisis por la caída del precio del petróleo nos queda el gas, y hay que crear las condiciones para que vengan a invertir”, argumentó a favor de su accionar en torno al denominado acuerdo petrolero.
En otro orden, Pereyra pidió que las petroleras mantengan los aportes a las obras sociales de los trabajadores despedidos que pasaron a integrar el programa de reestructuración productiva. Pidió que las compañías giren 3 mil pesos por cada uno de esos trabajadores, quienes reciben un subsidio mensual de entre 8 y 20 mil pesos hasta que consigan empleo.
“Tiene que haber un fuerte compromiso de las empresas porque, si no, van a desfinanciar la mutual de los jerárquicos y la obra social nuestra, que cubre a 70 mil beneficiarios”, señaló el dirigente.
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