
El pasado sábado 14 por la noche, una gran tormenta eléctrica con un fuerte granizo cayó sobre la ciudad de Rincón de los Sauces, donde la impotencia se presenta en los vecinos que ven como las calles quedan totalmente destruidas y la comuna puede tardar semanas en repararlas, por falta de maquinarias.
Calles agrietadas con profundidades de casi un metro, las cuales ni la mejor camioneta doble tracción puede atravesar, cañadones que pierden sus contenciones, badenes socavados, falta de puentes que dejan aislada a la ciudad, es un panorama repetido, que desde hace varias décadas sufre la localidad.
La angustia vuelve a latir ante un posible traslado médico a la capital neuquina, donde vados de arroyos secos despiertan y alcanzan más de medio metro de altura, carentes de puentes, obligando a los automovilistas a estar durante horas esperando a que baje su caudal para continuar con su viaje. Puntualmente el arroyo Carranza es uno de los pasos más dramáticos.
La historia se repite y no se entiende como una ciudad como Rincón de los Sauces, en más de 40 años de vida, solo pudo asfaltar cerca de 30 cuadras, y ahora con un gran esfuerzo de gestión la comuna comienza a asfaltar unas 40 cuadras, que estiman llegaran a 120. Por algo hay que comenzar, lo cierto que la ciudad tiene más de 1000 cuadras esperando ser asfaltadas.
El badén de acceso a la ciudad, donde cruza uno de los canales que la rodea, ya debería tener su puente para no dejar incomunicada la ciudad, donde no se puede acceder al Parque Industrial III ni salir rumbo a Neuquén.
El agua corre por las calles sin control, llegando hasta la ruta, donde en ocasiones la sobrepasa, llegando alocadamente hasta la zona de la costa, inundando viviendas, así como la Av. 30 de Octubre que se transforma en un furioso río haciendo desaparecer lo que era una artería de la ciudad.
Según relató el intendente Marcelo Rucci al diario LM Neuquén, “hubo personas que debieron ser evacuadas y otras que salieron por sus propios medios cuando el temporal se lo permitió”.
Además indicó que hay accesos que están cortados, como la Ruta 6, camino a Catriel, que van a demorar varios días en repararse”, sostuvo.
El jefe comunal dijo que la tormenta sucedió en medio de un fin de semana largo, por lo que estan haciendo esfuerzos para conseguir el apoyo de Vialidad Provincial y de las empresas para obtener maquinaria que nos permita iniciar las reparaciones.
“No alcanzamos a recuperarnos de la tormenta anterior y llega este nuevo temporal que realmente nos complica en todo sentido”, se lamentó.
El barro se acumula, la tierra se apodera de las veredas, y por todo lugar donde el agua bajó furiosamente desde el alto de la ciudad. La calle Misiones una vez más se transforma en un río frenético de lodo, socavando todo al pasar, dejando al descubierto tuberías, quedando los vecinos imposibilitados de salir de sus hogares con vehículos.
Además, en esta ocasión, la suma del granizo realizó su daño extra donde varios vecinos vieron como sus vehículos fueron impactados por el fenómeno climático.
La lluvia también impidió el acceso a los principales yacimientos petroleros, entre ellos, Puesto Hernández, donde sus operarios pudieron regresar a sus casas cerca del mediodía de ayer cuando se habilitaron precariamente los caminos.
Y como para cerrar un desastre perfecto la electricidad se cortó en varias oportunidades, y en días anteriores también se venía interrumpiendo por diversos inconvenientes, como falla en transformadores.
Lo cierto que luego de cada temporal, la ciudad queda como si se hubiera vivido una guerra, donde las calles quedan desaparecidas, totalmente destruidas, con inmensos pozos y lagunas, siendo los vecinos los rehenes de una situación que se repite sistemáticamente.
El badén de acceso a la ciudad, donde cruza uno de los canales que la rodea, ya debería tener su puente para no dejar incomunicada la ciudad, donde no se puede acceder al Parque Industrial III ni salir rumbo a Neuquén.
Foto Patry Navarro (Facebook)
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