
En un reportaje realizado a principio de mayo por el periodista Franco Mizrahi de la revista Veintitrés, Emilio Carosio, presidente de Medanito S.A., sostuvo que conocía a la perfección como operaba Repsol en Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF).
“Nosotros podemos decir, certificadamente, que no hacía inversiones ni aceptaba que otras empresas las hicieran en yacimientos que tenían descuidados”, anticipó.
Ahora, con la nacionalización del 51% de YPF, Carosio tiene la oportunidad de que su empresa sea un ejemplo para el resto del sector energético. Sabe que se abre una gran oportunidad para el país y para los empresarios nacionales de esa área.
“Como empresa argentina nos pareció que era un deber aportar nuestra capacidad de inversión y nuestros recursos profesionales y técnicos para asociarnos con YPF en nuevos proyectos productivos, canalizando inversiones. Hacen falta miles de millones dólares para que la Argentina recupere el autoabastecimiento de gas y produzca más petróleo”.
Medanito S.A. es una empresa que tiene 20 años en el sector de la producción de gas y petróleo, que luego invirtió en la industrialización de gas y que, desde el 2011, se expandió en la generación eléctrica con una planta en la Cuenca Neuquina “Éramos una pyme petrolera que se caracterizó por reinvertir sus utilidades. Y eso dio sus frutos: tuvimos un crecimiento muy importante que nos constituyó en una empresa mediana con producciones interesantes, como un millón de metros cúbicos de gas por día, unos 350 de petróleo condensado, más de 6 mil toneladas de propano y butano por mes y 32 megavatios instalados en Rincón de los Sauces”, dijo Carosio.
Como relata su presidente, Medanito fue creciendo de a poco, y en la actualidad cuenta entre sus socios con la Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial, EOG Resources con la que está realizando perforaciones para la producción de petróleo y Oil and Gas de Estados Unidos, subsidiaria del grupo Shell Internacional. “De manera que estamos activos en todos los frentes y eso es lo que pusimos a disposición de YPF”, afirmó Carosio.
En cuanto a la nacionalización, dijo que le pareció una medida acertada y necesaria. “Nosotros lo sabemos por experiencia propia, Repsol no estaba dándole a la producción primaria argentina el debido interés. Tampoco canalizaba inversiones, por lo que la caída de la producción en el sector energético era realmente importante. Hemos negociado años con la antigua gestión de YPF, con la intención de ofrecerle lo mismo que le ofrecimos ahora a la intervención (tomar áreas cercanas, linderas a las nuestras, para rehabilitarlas, por ejemplo) y nunca pudimos firmar un solo contrato para obtener nuevas inversiones. Nosotros podemos decir, certificadamente, que YPF bajo la conducción de Repsol no hacía inversiones ni aceptaba que otras empresas las hicieran en yacimientos que tenían descuidados”.
Para el presidente de Medanito, “la política de Repsol era girar dividendos al exterior y no reemplazarlos por créditos u otra canalización de inversiones. La ecuación es simple: si no está la plata, no se puede invertir. La firma española privilegió las cuestiones financieras por sobre las productivas y eso en las empresas tiene un solo resultado: se resiente la producción aunque las finanzas de los accionistas estén muy bien”.
“Esta disposición negativa respecto de obtener mayores producciones la conversamos con las autoridades nacionales. La de Medanito fue una de las múltiples voces que le dijo al Gobierno lo que estaba pasando en YPF. En muchas zonas, nosotros, como mediana empresa, hacíamos más pozos que YPF, que es la principal compañía del país en esa área.”
A partir del anuncio de nacionalización, desde Medanito se puso en acción la vocación de desarrollar yacimientos y producciones. “Nos presentamos y le ofrecimos al ministro De Vido extender nuestra exploración y desarrollo de reservas de gas y petróleo a los yacimientos de YPF cercanos a los nuestros, en asociación con YPF, tratando de llevar rápidamente esas producciones a su máximo técnico. Eso implica un millón y medio de metros cúbicos de gas adicionales y entre 1.200 y 1.400 metros cúbicos de petróleo adicionales”.
Carosio adelantó que el deseo de Medanito es el de transformarse en ejemplo para el resto del sector energético, en el sentido de reinvertir las utilidades en producción. “Repsol no invertía pero las reservas están, simplemente hay que hacer planes de trabajo e inversiones para ponerlas en superficie, es una obligación para los empresarios argentinos y un negocio rentable”, precisó.
En referencia a la meta de autoabastecimiento gasífero, sostuvo que si se acercan más empresas, en dos o tres años se puede llegar al autoabastecimiento total. “En petróleo se está alcanzando, pero como la producción venía en baja hay que revertir esa tendencia y pasar a una producción mayor. Es necesario para apoyar el crecimiento del país: a medida que el país crece, necesita más energía en todos sus rubros”.
Preguntado por la posibilidad de hallar nuevos yacimientos, el presidente de Medanito opinó que “tenemos un litoral marítimo muy grande, donde seguramente hay reservas. Pero eso es a largo plazo. En lo inmediato, tanto en la Cuenca del Norte, en Salta; en la Cuenca Austral, en el sur de Santa Cruz y Tierra de Fuego, como en la Cuenca Neuquina, hay reservorios de gas tradicionales a los que se les puede echar mano enseguida para que se tengan las nuevas producciones que hacen falta”.
“También hay que explorar la roca generadora que se llama Vaca Muerta, donde las empresas se dirigen sólo al petróleo porque, por ahora, encuentran el precio del gas poco remunerativo”.
“En el yacimiento que le ofrecimos a YPF se sabe que hay reservas de gas. Están en los informes de YPF como reservas probables, en algunos casos comprobadas, y en otros posibles. Pero las reservas existen. Por eso digo que se les puede echar mano rápidamente y obtener un primer escalón de producción”.
Medanito piensa tener cerrado un contrato con YPF en el corto plazo. “Necesitamos entrar en los yacimientos porque el invierno está cerca y hay que hacer un gran esfuerzo de estudios, de trabajos, perforaciones, hay que hacer instalaciones de superficies y gasoductos. Nosotros tenemos amplia experiencia en todo esto porque tenemos plantas de gas en toda la cuenca y porque tenemos más de 150 kilómetros de gasoducto propios. Necesitamos que estén establecidas las bases para empezar los trabajos, hay que hacer geología, reservorio, hay que ir a los yacimientos para ver cómo están funcionando, hay algunos que tiene problemas ambientales que hay que solucionar”.
La empresa trabajaría en cinco grandes bloques: uno en Mendoza, otro en Río Negro y los restantes en Neuquén. “Todos cercanos a yacimientos nuestros y donde tenemos ventajas comparativas para trabajar enseguida”, finalizó Carosio.
Fuente: Revista Veintitrés
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