
Luis Alejandro Riquelme, patagónico y solidario como pocos, nació en Catriel, provincia de Río Negro, el 1 de julio del año 1967. Tiene 41 años.
En la comodidad de su casa, nos recibió muy gentilmente, animándose a contarnos un poco de su vida. Al llegar nos llamó la atención que tenía puesta la llave en su camioneta. Al preguntarle si no tenía miedo a que se la lleve alguien, dijo que está acostumbrado, así es Rincón.
En la ciudad donde se crió cursó la escuela primaria, así como la secundaria. Comenzó a trabajar en Perez Compac alrededor del año 1989, cuando tenía unos jóvenes 22 años.
Se casó con Yanet González, de 43 años de edad, que en esa época tenía tan solo 22, y según cuenta la conoció en el valle, recordando eso viejos años cuando iban al legendario boliche bailable de General Roca, Aquelarre.
Llegó a Rincón allá por 1991, por trabajo, como tantos otros. La empresa, donde trabajaba en Catriel, lo trasladó a trabajar a la base que tenían en Puesto Hernández, a unos 20 kilómetros de la ciudad de Rincón, al principio vino sólo, viajando todas las semanas por esos viejos caminos, donde se llegaba tapado de tierra.
De lunes a viernes estaba en Rincón y los fines de semana se volvía a Catriel, donde estaba su familia.
Después de idas y venidas, Yanet se animó, y lo acompaño a la ciudad del trabajo, Rincón, donde hoy viven, hace más de 17 años.
Riquelme es un tipo solidario, es común escuchar esto en Rincón, siempre está metido en cuanto evento se realice, si alguien necesita una mano, ahí está él.
Hombre amable, de perfil bajo, de pocas palabras, es de hacer más que de decir, querido por muchos, siempre se lo ve trabajando en diversos encuentros sociales, ampliamente reconocido por la sociedad.
Tiene dos hermosas hijas, Romina, de 19 años de edad, quien cursa actualmente la universidad, y Rocío, de 17 años de edad, que le falta poco para terminar el secundario, acá en la ciudad.
En la empresa donde trabaja paso por varios sectores, desde compras, contrataciones, administración, servicios generales y mantenimiento. Trabajó por momentos con el ex intendente Diego Omar Rueda y con el actual intendente Hugo Horacio Wernli allá en Puesto Hernández.
Durante los años que viene trabajando, cambio de nombre dos veces la empresa, primero cambió a PeCom y luego a su nombre actual, Petrobrás, donde actualmente se desempeña como Supervisor de Mantenimiento.
Su pasión, a parte de ayudar a la gente, es jugar al fútbol. Todos los sábados viaja junto a su equipo “Deportivo Rincón”, desde hace muchos años. Nos contó que han ganado varios campeonatos y han salido entre los primeros puestos. “Es un sacrificio, y es costoso. Pagamos entre todos la traffic para ir todos juntos, o nos arreglamos entre varios autos”, nos contaba Luis.
Van a jugar a distintas ciudades del valle de Río Negro y Neuquén, como Allen, Cipolletti, Neuquén, y en ocasiones a Cutral-Co. Asegura que “por ahí es cansador, pero realmente me gusta mucho”.
En varias ocasiones su mujer lo acompaña y comparten los fin de semana juntos. El año pasado terminaron terceros en el apertura del torneo en que participan. Los participantes rondan sus edades entre 30 y 50 años, tienen como entrenador a Sepúlveda y a los que les gusta, entrenan, saliendo a correr por las tardes.
Hablando un poco de su vida en general nos contaba: “Tenemos toda la vida en Rincón. Pasamos periodos buenos y periodos malos, siempre en Rincón. Tanto personalmente, o canalizándolo a través de Petrobrás, me gusta colaborar mucho. Yo siempre lo que mas hago hincapié es en ayudar a la gente que más lo necesita. Por ahí en estos pueblos decís hay plata, pero también hay gente que necesita muchísimo. Hay gente que no recibe una ayuda”.
“Me gusta Rincón, amo Rincón y ya tantos años que estoy, me encanta. Tanto estoy acá, que perdí mis amistades de antes. Tengo mis padres en Catriel. Los amigos los tengo acá en Rincón.”, relataba Riquelme con mucho afecto.
“Cuando no es una cosa, es otra, asados, fiestas, por todos lados, te conoce todo el mundo, ya tantos años. Me gusta Rincón y amo Rincón, y todo lo que tengo lo he hecho acá en Rincón”, en tono muy agradecido nos decía.
Consultado sobre que hace en su tiempo libre, nos contaba que “tengo una chacrita, acá cerca del pueblo, me dedico a cuidarla y pasarla lindo con amigos, es como un relax”.
Haciendo un poco de memoria nos decía que “cuando en 1991 venía a trabajar tardaba entre 3 a 4 horas para venir y otras tantas para volver, no existía el asfalto. Después empezaron el asfalto hasta Crucero Catriel, por lo menos se aliviano un poco, era la mitad del trayecto. Ahora ir a Neuquén es otra cosa, aunque no terminan ese pedacito que no lo terminan más. Recuerdo que cuando llegamos decían en 5 años se acaba el petróleo, y todavía hay para rato”.
Con respecto a la ciudad en general nos contaba que “La parte política se ha quedado un poco, no se ve mucho crecimiento, solo crece la cantidad de personas. Sería bueno que haya más asfalto en el pueblo. La gente no cuida, no planta ni un árbol. Esto tiene que seguir creciendo. Si no lo hacemos los que estamos acá, la gente que viene y se va no deja nada para el pueblo. La gente y las mismas empresas vienen, trabajan y se van, y al pueblo no le aportan nada.”
Riquelme es una persona que siempre se la ve participando en la sociedad, en el acto de egresados del CPEM Nº24, por ejemplo, trabajó activamente, por más que ninguna de sus hijas haya egresado en la ocasión.
Una persona muy querida y muy solidaria con la comunidad rinconense.
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