Parece ayer cuando miles de rinconenses se arrimaron hasta la nueva sucursal de La Anónima para conocer sus 1600 metros cuadrados, sus locales comerciales y el patio de comidas.

Este nuevo emprendimiento comercial cambió el hábito de la familia en la ciudad. Ahora se puede ir al supermercado durante todo el día, antes se cerraba durante la tarde para dormir la siesta.

Ir en familia a comer afuera dejó de ser algo ostentoso, gracias al autoservicio del patio de comidas Super Quick, se ofrecen productos de calidad a costos impensados.

Como todo cambio, generó controversia, donde quizás mucha gente pensaba que iba a dañar a los comercios chicos, eso no ocurrió. Se siguió comprando en el mercado del barrio, aprovechando las ofertas de momento que ofrecía La Anónima, consiguiendo productos que antes no se ofrecían en la localidad.

Para el caso de los locales comerciales, poder disfrutar de exquisitos helados, en un ambiente climatizado, comprar las mejores marcas a precios accesibles, ha marcado un antes y un después en la ciudad.

El complejo multiespacio, según trascendió, tuvo un costo estimado de 17 millones de pesos. Está ubicado en la calle Belgrano y Av. 9 de Julio.

Cuenta con 1600 metros cuadrados, incluye un paseo de compras, patio de comidas Super Quick con capacidad para 250 personas, y un espacio de recreación para chicos.

En el paseo comercial se puede encontrar una casa de ropa deportiva, ropa informal, telefonía, joyería, artículos para el hogar, juegos para los chicos, una heladería y cafetería.

Para el caso del salón del supermercado cuenta con 16 cajas de atención al público, carnicería, rotisería, y panadería.

Antes del nacimiento de este importante centro comercial, La Anónima estaba presente en la ciudad con una pequeña sucursal en la calle Perón y Av. Mosconi, contando con sólo 7 cajas de atención al público, donde prácticamente en cualquier horario se encontraba desbordada de gente y ofrecía muy poca variedad de productos.

Hoy en día el movimiento continuo permitió pensar en crecer hacia el alto de la ciudad, comenzando a ubicarse comercios en sus cercanías.

En este sentido, es importante destacar que esta obra, que fue esperada con anhelo, permitió que los habitantes de la ciudad no tengan que viajar habitualmente para conseguir lo que se necesitaba cotidianamente.