El pasado sábado 9 de junio dos nenas eran buscadas por sus padres, al no haber regresado a sus casas en el horario pautado.
Se decía que las dos niñas de trece y catorce años desaparecieron después de concurrir a catecismo, que no había pistas firmes sobre el paradero de las menores, y que habían desaparecido al mismo tiempo de la parroquia.
Inicialmente los datos que se conocieron fueron los investigados por el padre, el padrastro y la mamá de una de las chicas, según expresaron diversos medios.
Algunos testigos indicaron que las vieron tiradas en una vereda de una calle del alto, supuestamente alcoholizadas o drogadas por un tercero. Los padres concurrieron al lugar, y la vecina que fue testigo del hecho indicó la casa, pero no dieron con su paradero.
Los tiempos de la policía fueron extensos para los padres que buscaban a sus hijas, lo catalogaron de débil y que el despliegue fue insignificante.
“Es entendible que hagan estos comentarios los padres, si yo pierdo a un hijo también voy a pesar que todo es poco y lento. Se actuó como se debía y se montó un operativo de búsqueda”, comentaba el Comisario Máximo Retamal.
Las dos chicas compartían hace pocas semanas una amistad y desaparecieron juntas el sábado por la tarde.
Nancy, la mamá de una de las chicas relató al diario “Río Negro” que “el sábado a las 13,30 se fue a catecismo y fue la última vez que la vi. Al no regresar en el horario habitual, la comencé a llamar para preguntarle a dónde estaba hasta que, aproximadamente a las 21, la localicé en su celular y ella me dijo -mamá estoy en la calle Santa Cruz, por favor vení a buscarme-”, seguidamente se interrumpió su voz y como si le tapasen la boca se escuchó “No
” y se cortó la comunicación.
Su madre dijó que no tenía problemas con la familia, ni peleas, ni novios o amigos que anden en cosas raras. “Todavía juega con muñecas y mira el programa Rincón de Luz; es una nena, no tiene maldad y no hace cosas de nenas grandes...”, relataba su madre.
La misma noche en que llamó pidiendo ayuda, la madre y su padrastro recorrieron la calle Santa Cruz decenas de veces pero no la hallaron.
Según manifestaron al diario Río Negro, “a las chicas o al menos a una de ellas las vieron tiradas en una vereda de la calle Joaquín García, en el alto de la ciudad y otro testigo también menor le contó ayer a su maestra en la escuela que la niña tirada en la vereda le pedía ayuda y que uno o más hombres la llevaron para adentro de una precaria vivienda”.
Hasta este momento la menor pista del paradero de las chicas era motivo de movilización por parte de las familias para intentar dar con las chicas, pero todo era en vano.
Liliana, la mamá de una de las chicas, aseguró que su hija jamás había intentado fugarse y tampoco había una situación por la que la niña pudiera haber decidido marcharse de su hogar.
El mismo sábado de la desaparición, desde el celular de una de las chicas enviaron un mensaje a sus padres diciendo: “No se preocupen estamos bien pero nos fuimos de nuestras casas”. La madre sospecha que no fueron las chicas las que escribieron.
El martes salió en varios medios, hasta la prensa nacional estaba pendiente del tema, hasta se pusieron en contacto con esta redacción para ampliar la información, y ellos antes que nosotros sabían que las nenas habían aparecido en la ciudad de Neuquén.
Al ser encontradas las menores no presentaban signos visibles de violencia pero el padrastro de una de las niñas que se identificó como Hugo Ganga, aseguró que fueron alcoholizadas y drogadas a la fuerza, además de ser llevadas en un automóvil a Cinco Saltos y luego a Neuquén, por hombres mayores.
“Las levantaron saliendo de catecismo, les dieron alcohol y otras sustancias para atontarlas y poder llevárselas sin que opongan resistencia” aseguró el padrastro de la nena menor.
La versión que dio a “Río Negro” el tutor de la menor, no concuerda con lo expresado por la policía neuquina que salió a decir que trabajaron con celeridad y que las chicas se ausentaron de Rincón de los Sauces por su propia voluntad.
Al menos una de las chicas fue llevada a una clínica para ser examinada si fue objeto de abusos o maltratos, pero el centro de salud se reservó la información por tratarse de una menor.
Según expreso el Comisario Máximo retamal, el dato final para encontrar a las chicas fue dado por el chico que supuestamente era el novio de una de las chicas, quien estaba en contacto con la familia y no quería estar implicado en esta situación.
Según trascendió las familias y las menores involucradas en la confusa situación no estaban de acuerdo en acusar a los autores del presunto secuestro.
Una familia advirtió que no seguirá con esta situación y hasta podrían volver a su ciudad de origen en Mendoza para evitar inconvenientes. Por el contrario la otra familia prometió batallar hasta las últimas consecuencias para averiguar quiénes se llevaron a las niñas.
La versión policial es muy diferente, “En la declaración, ellas han expresado que se fueron por sus propios medios, que no las obligó nadie, que hicieron dedo y las alzó un auto rojo que manejaba una mujer”, contó en su despacho al diario “Río Negro” el director de Seguridad, Daniel Mellado.
De acuerdo a lo que habrían manifestado las niñas de 13 y 14 años a la Policía de Rincón, la tarde del sábado no acudieron a catecismo y se fueron junto con otra chica más, de doce años y hermana de la de 14 años, a visitar a un pibe.
El joven en cuestión tiene 23 años, reside en Cinco Saltos y trabaja en un servicio de trafic que traslada personas de Neuquén a Rincón de los Sauces, por lo que tiene en dicha localidad una casa donde descansa. Hasta ese domicilio llegaron las jóvenes, que le reconocieron a la policía haber ingerido cerveza. Hay una parte de la investigación que está en una zona oscura ya que no se sabe dónde estuvieron las chicas desde el momento que se fue el joven y la madrugada del domingo en que haciendo dedo se subieron a un vehículo rojo que las trajo a Neuquén.
Al conocerse la novedad de la desaparición de las niñas, la chica de doce años que se había vuelto a su casa, dio a los padres y la policía el número de celular del joven de 23 años a quien caratuló de “novio de su hermana”.
La policía se contactó por esa vía con el pibe, de quien prefirieron no trascendiera su identidad, que les informó que había visto a las chicas en el Hiper que se encuentra en Antártica Argentina al 1100. Finalmente, a las 20.30 del martes, personal de la Comisaría 12 logró dar con las menores que se encontraban en las inmediaciones del aeropuerto.
Fuente: Diario Río Negro
y propias entrevistas.
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