En conversación con “El Periódico de Rincón”, el nuevo comisario de la localidad, Máximo Retamal nos explicaba que “hay cuestiones que dentro del cabaret suceden. El policía que esta controlando en la puerta, no puede controlar lo que sucede dentro. Está para controlar que no entren menores o personas sospechosas”.
Según trascendió, en varios operativos realizados nunca se encontraron menores de edad trabajando, ni ninguna irregularidad, lo cual es muy extraño.
Para evitar amiguismos, y poder realizar operativos para detectar gente que trabaja ilegalmente, la policía realizará allanamientos sorpresas y con el mayor secreto necesario, donde solamente dos o tres personas conocerán los momentos en que ocurrirán.
Hoy no hay seguridad alguna, queda en decisión de los propietarios si ponen servicio privado de seguridad o no.
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