
Eran las 13:03 y dieron comienzo a la competencia, la hora pactada, pero minutos después, debido al gran viento, se suspendió hasta las 15 horas. El viento no cesaba, los organizadores se preocuparon, y hasta se planteó la suspensión hasta el día domingo.
De los 3 circuitos programados para el día, sólo se corrieron dos.
La gente se acercó hasta las bardas, para estar cerca de los autos que circulaban por los caminos de ripio y arena a gran velocidad.
No pasaban más de dos minutos que venía otro auto, y la gente victoreaba a cada vehículo que pasaba, pero más cuando era algún exponente local.
Uno de los recorridos comenzaba sobre la ruta provincial número 5, a metros de la rotonda de acceso a la ciudad, de ahí, 500 metros más adelante sobre la ruta se juntaron miles de espectadores que disfrutaron incansablemente a cada motor rugiendo que pasaba por la curva donde estaban todos esperándolos.
Mucha gente, y hasta incluso ciclistas, pusieron en riesgo su vida al circular por los caminos y encontrarse con los automóviles que participaban circulando a gran velocidad. Los policías municipales tocaban el silbato y solicitaban a la gente que se retire, explicándoles el riesgo que corría su vida. Por suerte la policía municipal organizó muy bien el tráfico y no hubo ningún inconveniente.
Aunque comenzó tarde, se ofreció un muy buen espectáculo y se notó que la gente disfruto apasionadamente de esta competencia.
A partir de las 21 horas se realiza la cena con los pilotos, autoridades y medios.
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