El proyecto de extracción de cloruro de potasio (mineral nutriente para plantas) por parte de la empresa “Río Tinto”, en Malargüe, genera oposición en organismos y profesionales de la Asamblea del Gran Mendoza por la Minería y el Agua. En tal sentido, uno de sus integrantes y asistente al gubernamental Consejo Provincial del Ambiente, pone de manifiesto las críticas al informe presentado por la empresa anglo-australiana.
Río Tinto (de capitales anglo-australianos), es la segunda empresa minera en capitalización bursátil del mundo. A partir de su Proyecto Potasio Río Colorado (900 millones de inversión) proyecta explotar cloruro de potasio, en Malargüe - Mendoza, para enviarlo a Brasil.
La Asamblea del Gran Mendoza por el agua, preocupada por el impacto ambiental que pueda provocar esta actividad, ha sido convocada por autoridades provinciales para participar del Consejo Provincial del Ambiente integrado por ONGs (dedicadas a temas ambientales), la Multisectorial de General Alvear, la Unión Comercial e Industrial de Mendoza y Prodelco.
El cloruro de potasio es uno de los 3 macro fertilizantes utilizados en el mundo y se haya a 5 kilómetros del Río Colorado. El objetivo es alcanzar la producción de 2 millones 400 mil toneladas anuales, en fase de plena explotación, a lo largo de 40 a 50 años de vida útil. Se calcula altos consumos de gas y de electricidad y un excedente, como de 210 hectáreas de superficie y una altura de 40 a 50 metros de sal, principal impacto y pasivo ambiental, a perpetuidad.
La empresa propone “encapsular” la sal, en su parte inferior, con una capa de impermeabilización y, por arriba, tapando progresivamente (a medida que se ocupen las 4 celdas en las que estaría dividido el depósito) con una capa de ruptura de capilaridad, suelos y roca basáltica molida.
Según Giraud “el problema es que el encapsulamiento tiene falencias técnicas de diseño muy serias que no aseguran que la impermeabilización se comportará debidamente, a perpetuidad. Frente a vientos muy severos como el Zonda (80, 100 y hasta 120 kilómetros por hora), el proyecto sólo calcula vientos de hasta 60 kilómetros por hora”.
Uno de los ítems presentados en el informe de la empresa es la “tormenta de proyecto” que en el diagnóstico de línea de base, es el que utiliza el INA (Instituto Nacional del Agua) pero afirma el docente universitario- “al momento de diseñar la pila de sal, considera tormentas y distribución de precipitaciones con impactos mucho menores de modo tal que no queda garantizado que la cubierta de la pila de sal se comporte debidamente en el muy lago plazo”.
Respecto del comportamiento de la pila de sal en el tema sísmico, “aparece en los diseños un análisis de la posibilidad de licuefacción (cálculo de estabilidad estática y dinámica) después del sismo pero no durante el sismo y, tampoco, análisis de comportamientos de los lechos de roca de 7 metros que soportan perimetralmente el depósito distingue Giraud”.
El informe y la Asamblea Pública
El informe presentado por la empresa Río Tinto fue contratado a la internacional URS; un expediente de 3.400 páginas que estuvo a disposición de quien quisiera revisarlo, durante la Audiencia Pública del 10 de noviembre pasado, en Malargüe convocada a través de edictos y comunicados en los diarios. Se desarrolló analizando varios ítems. Respecto de la participación ciudadana, “algunos cuestionamientos tuvieron respuestas y otros no fueron respondidos o hubo dudas e impresiciones -aclara Giraud. Y continúa- “en algunos casos, la coordinadora de la consultora URS, se limitó a invitar a que consultaran la respuesta en el expediente”.
Los planteos respecto del viento zonda, de las lluvias, de los sismos, del consumo de gas, de la distribución de los beneficios económicos “quedaron sin respuesta o con respuesta insatisfactoria definió el profesional”.
Para Giraud “los responsables técnicos del estudio desconocían las características del viento zonda al decir que no provocaría erosión sobre la pila de sal y dejaron dudas sobre el impacto ambiental de la explotación, sobre el carácter estratégico del consumo de gas y respecto de si las decisiones deberían competir a la Dirección de Saneamiento o a la Nación frente al agotamiento de los recursos hidrocarburíferos y, para el gas, en un horizonte de 8 a 10 años”.
Una pila de sal
Antes de la Audiencia Pública, la UTN elaboró un dictamen técnico general que coordinó dictámenes sectoriales presentados por organismos del Estado provincial, municipal (Malargüe) y nacional (Comité Interjusrisdiccional del Río Colorado) puesto que la sal podría llegar al Río Colorado, afectando a otras provincias como La Pampa, Río Negro y Buenos Aires que utilizan su caudal para riego y consumo. En tal sentido, se podría gestar un conflicto en el futuro (ver nota Clarín).
¿Qué hacer con 83 millones de metros cúbicos de sal? El profesor Giraud aclara que, “hasta el momento, la empresa no ha presentado ningún estudio de alternativa de reinyectarla, trasladarla a la costa para disolverla mar adentro o comercializarla”. No hay estudios respecto de la aptitud de ese producto para consumo humano o para la industria.
Informes
En diciembre y principios de enero, durante la gestión anterior en Saneamiento, se elaboró un proyecto de Declaración de Impacto Ambiental que el director actual anuló. “En el proyecto anulado se solicita gran cantidad de planes entre los que la disposición de la sal es el más importante. Según nuestra opinión, no debería darse la autorización a la empresa sin que quede absolutamente claro qué se hará en tal sentido” enfatizo Giraud. “En el informe de Impacto Ambiental debe analizarse el impacto producido por el consumo de 1 millón de metros cúbicos por día de gas (367 millones de metros cúbicos al año). Es equivalente al total del consumo residencial, comercial y de entes oficiales de toda la provincia (escuelas, hospitales, etc) utilizado por una sola empresa para generar 386 empleos. Con el mismo consumo de energía, la industria mendocina da trabajo a 16.100 obreros” -concluye.
El trámite
El próximo paso será la reunión de la Comisión Evaluadora Interdisciplinaria Metal minera que debe, a partir de los dictámenes sectoriales y general, elaborar un Informe Único para que la Dirección de Saneamiento y Control Ambiental y la Dirección de Minería de Mendoza, preparen la Declaración de Impacto Ambiental en la que estarán reunidos todos los elementos.
La declaración puede determinar: la aprobación completa del proyecto, la aprobación con instrucciones modificatorias o el rechazo del proyecto, dándole a la empresa un plazo de 30 días, para presentar las correcciones requeridas.
Marcelo Giraud ha presentado dos Informes ante los responsables de Saneamiento. Uno, el 28 de noviembre pasado y otro, el 25 de enero. En el Consejo Provincial del Ambiente, se comenzó a analizar el tema. La idea es que la población de Mendoza se exprese respecto de lo oportuno del proyecto en el cálculo de costos y beneficios potenciales y la posibilidad de litigios con las provincias que se encuentran en la cuenca del Río Colorado.
Extracto:
Cricyt - Conicet - Universidad Nacional de Cuyo - Gobierno de Mendoza - Argentina
http://www.cricyt.edu.ar/imprimir.php?idnoticiaprint=270
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