Se acerca el tiempo de renegociar salarios en el ámbito petrolero y desde las operadoras plantean que los aumentos ronden el 15%,sin cláusulas gatillo ni actualizaciones de inflación, como impone el gobierno de Mauricio Macri.
Se descarta que desde los sindicatos irán al menos por una cláusula de revisión a fin de año para comparar la suba con el avance del índice de precios.
La última paritaria se cerró con posterioridad a la firma de la denominada adenda al Convenio Colectivo de Trabajo de los petroleros que se desempeñan en los pozos de gas y petróleo de Vaca Muerta, que significó, en la práctica, una pérdida de al menos el 30 por ciento de los ingresos que preveía el convenio original.
Desde el ámbito empresario aseguran y así se lo hicieron saber al ministerio de Energía y Minería que la adenda no se cumplió, mientras que los sindicatos petroleros afirman que los cambios al convenio se cumplieron a rajatabla.
El 2018 empezó con un nuevo conflicto, luego de dos o tres empresas les dieran bonos compensatorios a su personal en los pozos en pago por actividades que habían sido restringidas en la adenda. Los empresarios adjudicaron esa conducta a presiones de las segundas líneas del sindicato de Pereyra. El gremialista no sólo desmintió esas versiones también cuestionó el pago del bono porque “no pasó por la discusión con el sindicato”.
En el 2017, los petroleros arreglaron el año pasado un 20 por ciento de aumento salarial con cláusula gatillo por inflación. Ese acuerdo tiene vigencia hasta la liquidación salarial de marzo, en los primeros días de abril. Los gremios reclaman que desde las liquidaciones de febrero se active el gatillo por inflación.
La mejora por la cláusula gatillo debieran percibirla los afiliados al gremio antes de que se acuerde el aumento para el año en curso. Como la inflación superó el aumento salarial, los petroleros piden que se compense el desfasaje.
Desde los sindicatos plantean que hay muchas cosas por discutir con las empresas y se argumentan las mejores condiciones para invertir, otorgadas desde el Gobierno Nacional y también otro escenario internacional. Sucede que cuando se acordó la pérdida de ingresos para los trabajadores, en el primer trimestre del año pasado el precio internacional del petróleo estaba a la mitad que en el presente y las inversiones hidrocarburíferas venían planchadas desde hacía más, panorama que se ha revertido en este 2018.