El terrible crimen de Fernanda Pereyra, embarazada de siete meses y luego quemada incinerada, afectó gravemente a toda la familia que siente la falta de acompañamiento de la sociedad en su reclamo de justicia.

Según se explicó en declaraciones radiales, la hija de la joven, de tan sólo 10 años ya tuvo tres intentos de suicidio por no poder asimilar la pérdida de su madre, por lo que está con tratamiento psicológico. Además, los familiares de Fernanda criticaron el abandono de la comunidad de Rincón y de las organizaciones sociales que no los están apoyando.

La hermana de Fernanda, Laura Pereyra, en diálogo con LU5 manifestó el miércoles 31 de enero que tras el crimen, ocurrido el 20 de julio de 2017, nadie en Rincón los está apoyando. “Ni el Concejo Deliberante ni la oficina de la Mujer, y cada vez que tenemos que ir a una audiencia vamos en total soledad”, expresó.

La joven detalló que han sufrido amenazas por las redes sociales de parte de los familiares de los cinco acusados que están con prisión preventiva: “Son constantes las amenazas y los insultos que recibimos, más en Rincón, que es una comunidad tan chica”.

En cuanto al daño colateral que generó el crimen, Laura explicó: “Cuando mataron a Fernanda y a su bebé, dejaron sin mamá a un nene de cuatro años, que se quedó con su papá en Rincón, y a la nena de 10, que se tuvo que ir a San Rafael con el padre”, explicó.

“La nena ya tuvo tres intentos de suicidio: intentó tirarse del segundo piso de la escuela, quiso clavarse un cuchillo y también matarse en la habitación. Por eso está con tratamiento. Y eso que todavía no le decimos en verdad cómo murió la mamá. Por ahora sólo sabe que tuvo un accidente en el colectivo”, relató Laura, y concluyó: “Estos asesinos destruyeron a toda una familia”.