Al cumplirse un año de la implementación de la Línea 148 del Programa de Contención y Acompañamiento en las Violencias, que es llevado adelante por el ministerio de Ciudadanía conjuntamente con el de Salud y Desarrollo Social, la coordinadora María Soledad Crespín informó que hasta la fecha se registró un total de 2.787 situaciones, de las cuales 1.526 corresponden a casos de violencia familiar.

Crespín destacó que “hablamos de situaciones y no de personas”, dado que se trata de casos que no se pueden individualizar en quien realiza la llamada, sino que involucran e impactan a personas y sus grupos familiares. La coordinadora también señaló el aumento de casos en los que quienes llaman no son las víctimas, sino personas allegadas o testigos de situaciones violentas. “Creemos que eso significa que hoy por hoy la violencia no es entendida como algo exclusivo del ámbito privado, y que en ese sentido cada vez más personas se involucran con lo que pasa con otras personas de su entorno”, afirmó.

La coordinadora expresó su conformidad y la de su equipo de trabajo por la tarea realizada en este primer año de funcionamiento del dispositivo, “que coloca a Neuquén en la vanguardia, ya que es el primer dispositivo en el país de esta naturaleza”. También destacó que el programa ha facilitado descentralizar la información, de tal modo que al contactarse con la línea “accede de manera sencilla a todos los datos que necesite para su oportuno asesoramiento, derivación y/o atención inmediata”.

La Línea 148 funciona las 24 horas del día, durante los 365 días del año y abarca toda la zona Confluencia. A través del dispositivo se brinda contención, información, orientación y asesoramiento psicosocial-jurídico y se hace la articulación interinstitucional correspondiente. Crespín señaló que si bien inicialmente la idea era cubrir de manera gradual las restantes circunscripciones judiciales, ahora se proyecta abarcar en una segunda etapa a toda la provincia, lo cual requerirá la presencia de referentes del programa en cada una de las zonas.

En relación con cómo se procede en la atención de las llamadas, detalló que las implicancias varían en cada caso: muchas veces la asistencia culmina con informar el lugar dónde dirigirse en función de la demanda planteada; en otras oportunidades las llamadas derivan en entrevistas de asesoramiento con algún equipo interdisciplinario, que orientan la demanda y articulan con otras instituciones (como defensorías civiles, juzgados de familia, la Defensoría del niño y adolescente); y en otros casos también se avanza al acompañamiento en la realización de la denuncia, que se hace tanto desde el equipo dependiente del ministerio de Ciudadanía, como desde el que depende del ministerio de Salud y Desarrollo Social, encargado específicamente de la asistencia en terreno de situaciones de emergencia.

El equipo de trabajo que integra el dispositivo está conformado en su mayoría por estudiantes avanzadas o profesionales recientemente egresadas de las carreras de Psicología y Servicio Social, quienes realizan la atención para la contención, el asesoramiento y la derivación. Su capacitación es permanente, a través de un espacio de formación interno que se realiza dos veces al mes y que abarca temáticas como interrupción legal del embarazo, salud sexual y reproductiva, abuso sexual infantil, derivaciones legales de las problemáticas que se reciben, “y demás temáticas que nos permiten estar preparados como equipo para recibir las demandas”, indicó Crespín.

Sobre el programa de Contención y Acompañamiento en las Violencias

El programa apunta al trabajo con mujeres, niños, niñas, adolescentes, personas con discapacidad y adultos mayores, poblaciones que integran a su vez las líneas de acción ejecutadas desde la cartera en la prevención y promoción de derechos relacionados con grupos humanos vulnerables