Policiales

Soto, el tío violador, pagó la fianza y está en su casa

El beneficio le fue otorgado porque su condena aún no está firme, pagó una fianza de cinco millones de pesos y ahora está en lo de un familiar con prisión domiciliaria.

El caso que golpeó a Rincón sigue dando que hablar. Alberto Benedicto Soto, quien abusó de su sobrina, fuera visto por su mujer “in fraganti” y donde la niña en cámara gesel contó los abusos y amenazas reiteradas que sufrió, aún no tiene sentencia firme y no se encuentra más tras las rejas.

El pedófilo que violó a su sobrina de 11 años y que fue condenado a 9 años de prisión por cuatro abusos sexuales, pagó una fianza de cinco millones de pesos y ahora está en la casa de un familiar con prisión domiciliaria.

El beneficio de prisión domiciliaria bajo fianza fue otorgado por la Justicia el 23 de noviembre pasado, porque su sentencia aún no está firme y recién el 3 de enero pasado fue solventada la fianza que le fue fijada con la presentación de propiedades.

Cabe destacar que la justicia, atento a esta resolución, en relación a la prestación de caución económica, fue exigente a la hora de aceptar bienes inmuebles como fianza, para ello solicitó que los mismos sean presentados acompañados de un informe de dominio actualizado, dos tasaciones independientes por inmueble, realizadas por Martillero Público con matrícula provincial, y se acredite que los mismos estén asegurados contra destrucción e incendio.

La noche del 31 de octubre de 2015 fue la propia esposa de Soto y tía de la víctima quien lo encontró en la misma habitación en la que dormía su hija de 6 años manoseando a su sobrina. El horror fue aún mayor cuando la nena le confesó a su tía que esa no era la primera vez que ocurría.

A dos semanas del aberrante descubrimiento, una nueva tragedia atravesó a la familia: el padre de la víctima murió de un infarto. El caso se hizo público y movilizó a la comunidad de Rincón, que no pudo evitar la indignación.

Una año después, el 10 de junio, el tío violador fue declarado culpable de abuso sexual gravemente ultrajante y abuso sexual con acceso carnal agravado. La condena, por otra parte, le fue dictada el 11 de agosto de 2016.

Fue luego de que la fiscalía acreditara que los ataques ocurrieron en al menos cuatro oportunidades, entre febrero y octubre de 2015, cuando la nena se quedaba a dormir en la casa de su tía.

“Nueve años es poco, no estoy muy contenta con la pena, sí con que empiece a cumplir condena”, aseveró Alejandra, mamá de la víctima, cuando se enteró de que comenzaría a cumplir la condena.

“Hoy volví a creer en la Justicia, hoy soy feliz, tiene que pagar por lo que hizo”, afirmó la mujer, con convicción, el 17 de noviembre.

Ese mediodía se enteraron de la noticia a través de la radio y la alegría las sorprendió. “¡Vamos!”, gritó la nena, y su mamá no contuvo las lágrimas. “Mi hija estaba contenta, pegó un grito como si estuviera viendo un partido, me hizo llorar”, recordó Alejandra.

El 23 de noviembre, el voto dividido de un tribunal revocó la ejecución de la pena. El fallo se basó en que no se hallaban agotadas todas las instancias de impugnación.

En esa oportunidad, a pedido de la defensa le otorgaron la posibilidad de acceder a la prisión domiciliaria si pagaba 5 millones de pesos, y eso fue lo que hizo.

“Soy inocente, pero no es algo que tenga que demostrar en esta instancia”, se jactó Soto en la última audiencia.

Lo cierto que los 5 millones de pesos entregados por medio de inmuebles como fianza, serán reintegrados mientras el acusado se mantenga en el domicilio fijado como su prisión domiciliaria, mientras espere una nueva instancia judicial y no se dé a la fuga.

Fuentes propias y LMNeuquén.

Autor: Darío Hernán Irigaray

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