Salvador Palomo es uno de los integrantes del Museo Municipal que trabajó activamente en los últimos hallazgos paleontológicos, incluido el Viavenator, cuya réplica se exhibe en la Casa de la Cultura y el Bicentenario.
Apasionado por su trabajo, Palomo dialogó con El Periódico de Rincón y recordó que es nativo de Rincón de los Sauces. En la actualidad trabaja en el Museo Municipal Argentino Urquiza (MAU) y a fines de diciembre recibió una medalla por treinta años de trabajo como empleado municipal.
La excusa de la mención fue el puntapié para una charla. Salvador contó que conoce la ciudad desde que era un paraje y parte de sus vivencias las reflejó en uno de sus libros, “Historia de Rincón de los Sauces” que detalla los principios de una ciudad que ya llegó a los 45 años.
“En el Museo trabajo desde el año 1996, que fue cuando se encontró el primer dinosaurio”, dice ante la pregunta del cronista. “Desde entonces he tenido una activa participación en los hallazgos encontrados y más del 50 % los he encontrado yo”, agrega.
Salvador destaca el trabajo del equipo del MAU (junto al paleontólogo Leonardo Filippi y Carlos Fuentes) y disfruta de su trabajo. “En lo personal, entre las actividades que hice se encuentra la extracción, la preparación del material. Incluso realicé dibujos para Publicaciones Científicas en tres oportunidades”, dice.
“Por otra parte algo que es muy interesante para mí es el contacto que uno tiene con la gente cuando visita el museo, con los niños que siempre quieren saber sobre los dinosaurios. Sus rostros de sorpresa y alegría son cosas que no tienen precio”, sostiene.
“En cuanto al VIAVENATOR, lo encontré en el año 2013, mientras trabajábamos en otro hallazgo de un Saurópodo, lo cual marcó un antes y un después, dado que siempre había sido un anhelo encontrar un carnívoro”, subraya. “También hallé una serie de hallazgos impresionantes, como un titanosaurio con su cráneo articulado, restos de otros carnívoros, huevos, peces y tortugas”, agrega.
Salvador congenia el trabajo paleontológico con el arte, como si en el pasado pudiera encontrar respuestas a los interrogantes del ser humano. Esa búsqueda lo ha llevado por diversas expresiones artísticas. “Siempre realicé algo desde niño. Me gusta dibujar, pintar y también realizo esculturas, pero solo como aficionado”, aclara.
Para Salvador, hay una relación muy estrecha entre la Paleontología y la escritura. “Saber que el planeta ha existido solo para vida animal y vegetal nos plantea grandes interrogantes, a veces con connotaciones filosóficas y hasta religiosas”, afirma.
“En este sentido, la escritura me permite abordar estos temas y profundizarlos”, agrega. Entre sus obras principales se encuentran “Historia de Rincón de los Sauces”, una participación en una antología Internacional en el año 2002 y su último libro, “Recibirse de Ser Humano”, publicado en el 2012.
También adelanta que está preparando un libro relacionado con la Paleontología. “Y mientras tenga salud, quiero seguir incursionando en los extractos sedimentarios, buscando fósiles”, afirma.
“Considero la escritura como la forma mas efectiva de transmitir lo que pienso,siendo mi objetivo principal hacer un aporte constructivo desde lo crítico, en un mundo donde la pérdida de valores es una constante”, dice a modo de cierre.