Este viernes 6 de enero el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, se reunirá con el secretario general del sindicato petrolero, Guillermo Pereyra, para tratar la situación hidrocarburífera.
La reunión se realizará en medio de una conciliación por despidos en YPF y recientemente en Halliburton y Schlumberger, luego de que trabajadores protestaran por la no liquidación de las “horas taxi” y fueran despedidos por las compañías.
Gutiérrez también hizo referencia a las protestas que se dieron en los últimos días en las empresas y aseguró que el mismo Pereyra lo alertó sobre la vinculación de las manifestaciones con ciertos movimientos políticos, ya que el sindicalista había acusado al Partido Obrero.
Estos despidos no están dentro de la conciliación obligatoria que se extendió por 15 días más, a raíz de las 1500 desvinculaciones por la baja de 33 equipos de YPF.
“Esperamos que sea enero el momento para establecer un plan de abordaje entre los sectores que incluya el precio del gas y el petróleo, la restricción de las importaciones, salvo en casos extremos, y el sostenimiento de los puestos laborales”, explicó Gutiérrez en declaraciones a la prensa.
Por otra parte, se conoció que doce nuevos empleados fueron despedidos en Schlumberger. Es por la retención de tareas que están haciendo en la base de Añelo. Los empleados dijeron que fueron “mal echados” y que iniciarán una causa judicial a la multinacional. Dijeron que no pertenecen ni son apoyados por ningún partido de izquierda. “A los que echaron estaban trabajando en el pozo”, explicaron.
En Halliburton, unos 200 trabajadores volvieron a manifestarse el jueves 5 de enero y continuaron con retención de tareas por cuarto día consecutivo. Aseguraron al diario “Rio Negro” sentirse “traicionados” por el gremio e indicaron que su reclamo es legítimo, porque “nunca fuimos notificados de las modificaciones que el sindicato acordó el 30 de octubre con las empresas”.
“Lo que terminó haciendo Pereyra es acusarnos a nosotros de que esto que se está gestando es manipulado por una organización, en este caso el Partido Obrero, pero no. Nosotros nos unimos legítimamente a pelear por nuestro sueldo, es lógico que si te bajan el sueldo vos te organices para realizar una medida de fuerza”, manifestaron voceros del grupo de manera anónima, por temor a represalias.
El conflicto se agravó porque las medidas que iniciaron tanto los operarios de Halliburton y como los de Schlumberger fueron en medio de la conciliación obligatoria, dictada por el ministerio de Trabajo de la Nación, por el despido de trabajadores con la baja de 33 equipos de YPF.
En ese marco Pereyra acusó a los trabajadores de “cortarse solos” pero la respuesta de los manifestantes fue que intentaron canalizar su reclamo a través de los delegados sindicales, pero que estos “tienen directivas de no hacer nada”.
Los trabajadores esperaban poder reunirse con Pereyra para destrabar los despidos y analizar la liquidación de haberes.