Enrique Alfredo Gajewski nació un 12 de agosto de 1945 en Anzoátegui, un pueblo cercano a Río Colorado, en la provincia de La Pampa. A los 13 años se fue a vivir a Río Colorado, donde se dedicó a trabajar como mecánico en un concesionario Ford. También recorría los campos y compraba y vendía pieles.
En una época tuvo un momento económico complicado y gracias a un amigo pudo resolver las dificultades. Sumado a esta ayuda, el amigo lo invitó a que se viniera a trabajar a Rincón. Vendió todo lo que tenía y llegó a nuestra ciudad.
Así arribó en 1970 y estuvo trabajando en una empresa llamada Beetckel, que la llamaban “La Bechel”, realizando trabajo de mecánico reparando equipos pesados. Participó en la construcción del primer oleoducto de Puesto Hernández. Solo existía el campamento de YPF y se andaba por caminos que eran huellas.
Llegó definitivamente a Rincón de los Sauces el 20 de junio de 1977 y su familia llegó el 13 de febrero de 1978, justo con un aluvión que se llevó casi lo poco que había del pueblo.
“De ahí nos organizamos, los primeros tiempos no fueron fáciles, comencé haciendo trabajos de mecánica. La municipalidad me dio un terreno provisoriamente para construir y después me lo vendieron, comencé con un kiosco en la esquina de Perón e Yrigoyen”, contó en una entrevista a El Periódico de Rincón.
En 1983 muchos vecinos le pidieron que sea candidato a Intendente, aceptó y le ganó al Movimiento Popular Neuquino ajustadamente, convirtiéndose en el primer intendente democrático de Rincón de los Sauces, asumiendo el 10 de diciembre de 1983.
“La situación fue muy compleja, no teníamos mucha gente para hacer un equipo de gobierno, todos éramos voluntariosos, teníamos que aprender qué era la administración, mi fuerte era la mecánica”, decía Enrique.
En recuerdo a este primer gobierno municipal democrático se colocó el nombre a la Av. 30 de Octubre, que nace en la ruta y llega hasta la calle Chos Malal. Entre las obras destacadas de este gobierno, se puede apreciar el monumento a la madre, en una plazoleta frente a la iglesia, donde se plantaron rosales y se colocaron canteros. Fue una de las primeras obras para empezar a embellecer
al pueblo.
Antes de que asumiera como Intendente no se pagaban impuestos, ni la luz, ni el gas, solamente algunas personas realizaban algún aporte. En su gestión se crearon ordenanzas impositivas que pusieron en riesgo la gobernabilidad ya que la gente no quería pagar nada, a tal punto que ocurrieron serios incidentes. Fue tal el problema, que a tan solo 7 meses de gestión, al intentar cobrar el gas, la gente enfureció y pidió su destitución, pero siguió.
Gajewski logró inaugurar el hospital dentro de su gestión luego de grandes peleas con el gobierno provincial, que hasta entonces funcionaba en una salita de primeros auxilios en una casilla de madera que actualmente es la parte de adelante del museo.
Los teléfonos fueron otra gran lucha. Después de reiteradas gestiones, llegaron los primeros teléfonos a la ciudad,.
La escuela primaria 238 no tenía edificio, solo contaba con cuatro aulas que había hecho el gobierno, construidas de bloques de cemento, que se tuvieron demoler, porque no servían. Por donación de la Caja Nacional de Ahorro y Seguro consiguió como intendente el primer edificio para la escuela primaria 238.
Construyó el Matadero Municipal para ayudar a los crianceros de la zona para que puedan faenar, aunque aclaró que prácticamente nunca tuvo éxito. Hizo las diagonales, amplio el pueblo al doble, hizo el Primer Parque Industrial.
En conjunto con YPF logró un acuerdo para traer las empresas al ejido. “La avenida 20 de Diciembre llegaba hasta la plaza y no continuaba de la calle San Martín para arriba. Era todo campo, tenía mucha población en la zona de la costa, ranchitos en lo que es ahora el Parque Industrial y estaba la ruta que era una huella, que entraba por la calle Belgrano, ingresando al pueblo, por lo que es hoy la Diagonal 9 de Julio”.
El agua siempre fue un tema complicado, se hicieron pozos filtrantes, y con el apoyo de gente de YPF se fueron realizaron las obras. Siempre se realizaron obras con ayuda de las empresas.
La avenida 30 de Octubre fue abierta en su gestión. Gajewski contó que “había un maquinista de Vialidad que tenia una topadora nuevita una Komatsu D8, y había un médano inmenso hacia ese lado, y el médano era tal que tapaba el barrio de YPF. En Rincón la mayoría de las mujeres trabajan en YPF, para llegar salían a las 4 de la mañana, cortando campo”, afirmó.
“Tomado como tema de campaña, insistí en abrir una calle para que no esté separado el campamento del pueblo. En el mes de marzo recuerdo que el maquinista de Vialidad se fue por 15 días, dejando la maquina ahí. En ese momento le dije al secretario de obras públicas (Omar González), si la podía arrancar”, afirmó.
“Se fabricó una llave con un clavo y la logró arrancar. Mangueando gasoil llenamos el tanque, y yo mismo arranque contra el médano, vestido de traje. Me subí al médano y comencé a bajarlo. Tiré los alambrados y abrí la calle. En esos momentos pasó el padre de Trujillo, una especie de supervisor del campamento, que llevaba la información al jefe de área y le fue a contar al administrador, el Ingeniero Maida. Detrás de él me sacudí la ropa, por la tierra, y me dirigí al campamento. Al entrar había una revolución, así que pedí hablar con el secretario, un tal Puel”, dijo.
“Tiene que solicitar audiencia para que lo atiendan, me dijeron. Me querían llevar por delante, enojados hasta que pude hablar con el Ingeniero Maida. Ni bien pasé estaba el ingeniero sentado en su sillón y me dijo: \'quién se cree que es, Cacciatore (Osvaldo Cacciatore, el intendente de la dictadura que, tras su paso de 1976 a 1982, le dejó a la ciudad de Buenos Aires un legado de autopistas, viviendas cercenadas y desalojadas y plazas de hormigón). No, usted es cacha todo\', me dijo muy enojado”.
“A usted no le alcanzan las tierras que tiene en el pueblo que quiere robarse las de YPF. Después de una rato en que me dijo de todo, le conté que si me escuchaba, como yo lo escuchaba a él, le iba a contar qué quería hacer. Le detallé la propuesta, se levantó y me felicitó. Parte de lo planeado era era abrir la Avenida 30 de octubre para unir la ciudad a las chacras de la costa”, dijo.
También gestionó las viviendas que se encuentran frente al Polideportivo y tramitó la construcción del mismo, que comenzó su construcción a días después de haberse terminado su gestión.
También realizó gestiones para la instalación de una escuela secundaria en Rincón de los Sauces y logró hacer comprender la necesidad de que era necesaria su construcción, porque muchos chicos no podrían seguir estudiando en la localidad.
A raíz de esto se logró que inicialmente la escuela secundaria comenzara a funcionar, antes de que sea intendente, en el mismo edificio de la escuela 238 contra turno, y durante su mandato, gestionó un edificio propio, definió su lugar, espacio, y recién después de su periodo, la escuela tuvo su edificio.
Durante su gestión se reestructuró el cementerio y se forestó. Abrió el boulevard de la diagonal 9 de julio, entre los fines de semana, usando él mismo la maquina vial, por que no había plata para horas extras. Luego del 10 de diciembre de 1987, terminó su gestión, continuó con sus actividades de comerciante hasta 1991, donde le ofrecieron participar en las internas del PJ como candidato a Diputado Provincial. Ganó la interna, luego la general, y fue diputado provincial hasta 1995.
Como diputado logró presentar y aprobar diversos proyectos como declarar al municipio de Rincón de los Sauces de primera categoría, reconociendo el censo de 1991 en el año 1994. Logró ampliar el ejido municipal de 1270 a 120 mil hectáreas, haciendo que se introduzcan 12 lotes de prácticamente 1000 hectáreas cada uno, donde se incluyó toda la zona de Puesto Hernández, Lomitas, hasta cerca de Octavio Pico, logrando una extensión importante.
Luego de dejar su banca, Gajewski fue concejal por el partido local Mover. Siempre siguió de cerca la realidad de su comunidad. Falleció el 26 de junio a los 70 años.