Opinión

Todos hablan de política pero vivimos en un estado de desprotección

“Son tiempos donde nos debemos cuidar unos a otros y espero que arriben tiempos de bonanza. Hoy solo confiamos, nuevamente, en las promesas de los que andan haciendo campañas”, manifiesta el autor en su columna de opinión.

No estamos escapando a los grandes temas políticos nacionales y ni provinciales como la inflación o como los de la falta de trabajo o la inseguridad, son las cosas que uno escucha hablar a diario por las calles o en cualquier reunión. Lo que ha pasado en la ciudad de Cutral Co, con tres muertos en una semana, solo marcan el termómetro de lo que pasa en los suburbios de cada una de las ciudades que no pasan a ser noticias por no tener un muerto, pero que levantan sus viviendas ya con sus rejas en las puertas o poniendo portones para que nadie nos prive de lo más precioso que tiene un ser humano: su privacidad.

He tenido que vivir en alguna oportunidad esta sensación de la violación de mi domicilio y les puedo asegurar que el estado de impotencia es muy grande. Lamentablemente los ejemplos de justicia no son los que quisiéramos y eso nos vuelven más vulnerables. Como si nadie saliera a favor de los menos protegidos y que estamos muy expuestos a cualquiera que se maneje mal y sin escrúpulos en esta vida. Seguía el caso Aigo, el policía asesinado por guerrilleros chilenos que involucraban al hijo del intendente de San Martín de los Andes, y me causó mucha indignación por cómo absolvieron a esta persona y vi los comentarios de mucha gente que descree de las manos de quienes deben impartir justicia.

Todos los días al levantarme por cuestiones de mi profesión debo repasar todos los principales temas que la prensa especializada tomo como prioridad y uno pensaría que exageran pero creo que no. No hay un solo día de los argentinos en donde nos levantemos y no haya un muerto producto de un atraco. La gente honesta cae como mosquitos y está a merced de aquellos que pergeñan el mal. No veo dentro de las propuestas de aquellos que hacen política partidaria hablar de cómo encarar estas cosas y si veo la deficiencia de aquellos que están en el poder de no encarar seriamente este flagelo. Todos se tiran la pelota y nadie hace nada.

Quizás en nuestra ciudad todavía vivamos en una burbuja de lo que pasa en las grandes urbes pero es innegable que vivimos con cierto temor a que algo nos pueda pasar. Hemos tenido asaltos a mano arma y la droga y el alcohol siguen haciendo de las suyas por estos lados. Los robos no cesan y ya la gente ni quiere hacer la denuncia. Hemos tenido violaciones no denunciadas y en estos últimos tiempos los objetos de robos de los malvivientes, son herramientas de construcción. ¿Sabía que cada cuadra y media existe una mejora o una construcción de casa en desarroll0? Solo salga y verá que son muchas las construcciones privadas que se están haciendo y al menor descuido una carretilla, una pala, algunas bolsas de cemento, alguna mezcladora hasta incluso ladrillos o viguetas son sustraídas de los terrenos.

Pero también tenemos de aquellos más osados que hacen trabajo de inteligencia y cuando menos lo han pensado les han caído con violencia a comerciantes, sacándoles todo lo que tienen y maltratando su integridad. En nuestra cuadra con nuestros vecinos hemos tenido que recurrir a pasarnos los números de nuestros móviles para estar atentos a cualquier movimiento raro. Algunos son petroleros, otros comerciantes, amas de casas o maestras, pero en algún momento nuestras viviendas quedan solas por nuestras actividades y si bien la policía hace sus rondas con esto no alcanza.

La seguridad, que palabra tan usada en la boca de la crítica política y cuan ansiada por aquellos que no queremos vivir con el pensamiento de alguna pérdida. Son tiempos donde nos debemos cuidar unos a otros y espero que nos arriben tiempos de bonanza. Hoy solo confiamos, nuevamente, en las promesas de los que andan haciendo campañas. Ellos muy preocupados por los votos y nosotros por regresar a nuestras casas y estar tranquilos. Es cierto que la realidad supera a la ficción porque uno lo ve diariamente y a veces no le da tanta importancia, hasta que nos toca de cerca. Por estos lados que es una zona petrolera no todos están interesados en los arreglos que hace Pereyra con su sindicato, pero si nos preocupa porque cada logro de ellos, al empleado común se le encarece todo.
A todos nos miden como si fuéramos del rubro y nos cargan con una preocupación más para poder estirar la poca guita que se gana hasta fin de mes y los chorros creen que todos andan forrados en plata y no es así.

No digo que no deban ganar más, pues todo laburante siempre se merece un cobre más para llevar a su casa, pero en una ciudad que mueve tanto dinero no se condicen con los niveles de seguridad. Salimos y tenemos que estar mirando para todos lados y si pasás por al lado de una persona desconocida, que por estos tiempos las hay muchas, pasás con esa desconfianza que antes no teníamos. Hoy debemos estar pensando en cámaras hasta para cuidar una plaza o para que no te arranquen un pequeño árbol y no es la sociedad que estamos soñando.

Y por estos lados y en nuestra provincia solo se habla de las interna del MPN y si se les dan la guita de los $50.000 o 30.000 a los petroleros, cuando todavía en nuestra ciudad caen dos gotas y se inunda todo y las calles quedan hechas un desastre y la energía se corta hasta cuando hace demasiado calor, dejando a los vecinos ni siquiera con un ventilador para soportarlo y sin agua corriente en sus hogares. Todavía no se han solucionado del todo los problemas estructurales. El gobierno provincial nos sigue mirando con desdén por tener una persona del sector gremial al comando de nuestro municipio y todas las promesas de seguridad, de salud, de educación siguen siendo promesas mientras nuestros dirigentes deben hacer lo que se pueda con lo que a cuentas gotas nos va llegando y después con bombos y platillos y en actos de campañas los inauguran como si fuera un gran logro, cuando es para eso que han sido elegidos, para hacer que nuestra calidad de vida sea mucho mejor.

El año que viene el presupuesto provincial será muy superior al de este año Y espero que dentro del plan de obras públicas se le añadan mucho más de lo que se le está dando Añelo. No porque ellos no se lo merezcan sino porque están en un compromiso de resarcimiento histórico. Hoy la provincia no sería lo que es sin lo que nuestra ciudad y nuestro ejido municipal le ha otorgado. Ellos le han permitido a las empresas petroleras que se llevaran todo, dejando en las arcas del estado una gran renta, pero casi nada nos para nuestos vecinos, que a esta altura de la vida tenemos que andar mendigándole algún político de turno que nos dé algo para vivir mejor.

Queridos amigos les dejo mis saludos y espero que sea quien sea quien nos gobierne nos traiga tranquilidad y protección, tranquilidad de saber que piensan en nosotros y protección para tener seguridad de vivir sin miedo de aquellos que atentan contra nuestro sistema de vida en comunidad.

Un servidor
Charly Hernández

Autor: Horacio Beascochea

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