En el mes de agosto del 2013, un cruento crimen sacudió a nuestra ciudad, cuando una mujer de 39 años apareció muerta en su casa de ocho puñaladas y con signos evidentes de violencia sexual.

La brutal agresión ocurrió el 13 de agosto pasado poco después de la medianoche en el barrio ADUS de Rincón de los Sauces y en un primer momento, las pesquisas policiales se orientaron hacia el hijo de la víctima, Claudia Contreras, ya que había evidentes discrepancias entre ambos. Incluso estuvo detenido, pero tuvo que ser liberado, luego de que las pruebas de ADN, dieran negativas.

Otro de los sospechosos era un hombre que en ese momento tenía una relación con la víctima, Aníbal Norberto Liendaf, quien, diez meses después, el 19 de junio de 2014, fue acusado de homicidio agravado por cuestiones de género y se dispuso que permanezca tres meses en prisión preventiva hasta el inicio del juicio.

En el mes de noviembre un testigo reveló que Liendaf le confesó el crimen. Carlos Reinoso, quien vivía junto al acusado en esa época en la localidad petrolera, contó que el acusado llegó pasadas las 3 de la mañana a la casa, y entre copas le confesó “la maté a la mina”.

Allí inició su relato, detallado y coincidente con las múltiples lesiones que el médico forense constató en la mujer de 38 años.

El testigo sostuvo que Liendaf mientras quemaba la ropa, las zapatillas y el celular de Claudia en una salamandra de su casa, le dijo a Reinoso que había usado un destornillador para apuñalarla y que la ahorcó con los cordones de las zapatillas que estaba quemando.

No se percató que dejó el cordón con el que la estranguló, el cual fue encontrado al lado del cuerpo. De ese cordón los peritos extrajeron una muestra de ADN que el año pasado se cotejó con la del hijo y dio negativo. Se lo había sindicado por sus problemas con las drogas.

El segundo de examen de ADN no dio lugar a dudas y coincidió con el de Liendaf.

A pesar de la contundencia de las pruebas el albañil, que también afronta una causa por abuso sexual de un niño, dijo que apenas conocía a la mujer porque era la que le daba las bolsas de un plan alimentario.

A pedido del fiscal Agustín García el juez Marcelo Muñoz dispuso que cumpla tres meses de prisión preventiva, dado que testigo clave tiene miedo y por eso se fue a vivir a Catamarca. (Redacción El Periódico de Rincón, con información de Río Negro La Mañana de Neuquén)