Por Darío Hernán Irigaray
Muchas veces desde la mirada de un hijo o hija, es la ocasión para decirle cuanto lo queremos, y si no lo tenemos físicamente, para recordarlo, y si somos padres, acercarnos a nuestros hijos y compartir un hermoso día.
Esta jornada se designó para destacar la labor de los padres dentro de la familia, con la intención de honrar la paternidad y la influencia del hombre en la vida de sus hijos, así como el día de las madres.
Allá por el año 2003 se dio inició a la Guia Patagonia Activa, y luego por el año 2007, comencé a introducirme en el mundo periodístico con El Periódico de Rincón. Físicamente mi padre me acompañó con cada nuevo emprendimiento, y siempre muy orgulloso recibía cada publicación impresa, las cuales guardaba muy prolijamente, para luego mostrárselas a amigos y familiares allegados, como lo que hacia “el nene“, aunque ya había cumplido cómodamente los 34 años.
Un padre muchas veces vive de los logros de sus hijos, sufre con cada tropezón, y sus ojos se llenan de alegría cuando llegan los nietos y sus hijos comienzan a transitar el maravilloso camino de ser papá.
Mi padre partió a fines del año 2008 y disfrutó de los nietos de mis hermanos y al poco tiempo llegó a nuestras vidas, como para ocupar su falta, una maravillosa vida, un hijo, alguien que hoy me dice “papá“, quien pasó a ser lo mas importante de mi vida.
Es difícil trasmitir lo que significa ser papá sin serlo, sin vivirlo, es un sentimiento único, indescriptible, donde uno empieza a disfrutar de cada logro, cada paso, sufrir ante un caída, un golpe, que lo muerda un compañerito, ver como crece, como se expresa, como aprende a comunicarse, que le gusta y que no.
Hoy quiero compartir con todos los padres y lectores un sentimiento, la emoción de ver crecer a nuestros hijos, de estar ahí siempre, de brindarles lo que necesiten, de compartir sus logros, de contenerlos cuando algo les duele, para ayudarlos con sus deberes, y disfrutar de todo ese amor que nos brindan, incluso, sin darles nada a cambio.
Este día del padre disfruten de un beso, un abrazo, de escuchar cuanto nos quieren, o simplemente compartir una mirada que lo dice todo, o recuerden a su papá, si ya no está físicamente, y salúdenlo con el corazón.
Les envío un cálido saludo, de un padre a otro!
Y a vos, Ernesto, mi papá, que siempre me ayudaste, a pesar de que en ocasiones creías que no estaba en el camino indicado, te agradezco todo lo que me has dado, logrando hoy tener una hermosa familia y vivir un hermoso día del padre!
¡Gracias Papá!
Foto: Ernesto Irigaray, falleció el 17 de noviembre de 2008.