La justicia sentenció a Pablo Leandro Carrizo a ocho años de prisión de cumplimiento efectivo por ser penalmente responsable de abusar sexualmente de una mujer de 93 años en su propia vivienda de Rincón de los Sauces.

Más allá de las pruebas periciales, el delincuente sexual gerontófilo, fue condenado gracias al relató de un testigo menor de edad que se encontraba en la casa en ese momento y que habría permanecido oculto, atemorizado ante lo que estaba observando. Su declaración fue recepcionada a través del sistema de Cámara Gesell.

La anciana 93 años, quien padece Alzheimer previamente a ser abusada fue atacada brutalmente a golpes.

El tribunal de sentencia coincidió con el fiscal de Cámara en el pedido de pena para el acusado y también en los argumentos sostenidos durante los alegatos Rómulo Patti.

Los jueces Víctor Andrada, Emilio Castro y Héctor Dedominichi, responsables de la conducción del juicio de instancia privada, calificaron el hecho como abuso sexual con acceso carnal.

Sin embargo, trascendió que en la audiencia del debate surgieron algunos puntos que no resultaron del todo claros y que podrían ser utilizados por el defensor oficial para presentar un recurso de casación ante el Tribunal Superior de Justicia, rechazando la carátula del hecho y la pena recaída contra el imputado.

El condenado, que era conocido por la víctima y también por sus familiares, antes de cometer el grave delito golpeó a la anciana en el rostro y en distintas partes de su cuerpo en forma salvaje.

El hecho se produjo en la madrugada del 11 de diciembre de 2008 en la vivienda de la anciana ubicada en la calle San Juan de la ciudad de Rincón de los Sauces.

La mujer fue examinada por los médicos del Gabinete Forense del Poder Judicial, quienes probaron heridas y hematomas en distintas zonas de su cuerpo.

Existen dudas sobre los resultados de un análisis de ADN practicado en la zona vaginal de la víctima.

En la primera audiencia de debate prestaron declaración tres profesionales del Gabinete del Poder Judicial, entre ellos un psiquiatra, un psicólogo y una médica que se ocupó de examinar las lesiones que presentaba la anciana.

Pudo saberse que la doctora se expresó largamente sobre las heridas que tenía en el rostro y prácticamente en todo su cuerpo y certificó también que la mujer tenía hematomas en los pómulos, heridas en la boca y nariz, golpes en los brazos y piernas y otras contusiones.

Además habría señalado que presentaba una clara lesión en la zona vaginal aunque no se ha podido certificar con debida certeza, si se trató de una penetración.

Al parecer, la víctima que vive postrada y padece Alzheimer, fue sorprendida en horas de la madrugada por Pablo Leandro Carrizo, quien era un conocido de la familia, quien luego del violento acto, se dio a la fuga.

El ataque fue denunciado por el hijo de la abusada al día siguiente, cuando fue a visitarla y se encontró con pruebas contundentes sobre la violación. De inmediato, la policía dio con el joven de 26 años, quedando detenido en la comisaría local.

Por el momento el acusado deberá continuar en prisión, llevando poco más de un año detenido durante el proceso, quedándole unos 7 años para dar cumplimiento total a la condena.