El hecho ocurrió el pasado 28 de abril, donde un matrimonio de avanzada edad recibió una llamada a su celular, informándoles que sus hijos habían sido secuestrados.
Le indicaron que para seguir las tratativas e indicarle como avanzar en la negociación debían comprarles tarjetas telefónicas prepagas y luego en minutos recibirían otra llamada donde debían pasarle los códigos.
La pareja quedó muy mal, ya que no pudo ponerse en contacto con sus hijos en su momento, y concurrió a la policía, donde les comentaron que era común este tipo de delitos vía telefónica.
El comisario Jorge Garrido manifestó que “es muy importante que en este tipo de situaciones, la gente no entre en pánico ni aporte información a los presuntos secuestradores. Además, es necesario que la gente realice la denuncia a la policía”.
En general, este tipo de práctica delictiva es llevada a cabo por personas que se encuentran detenidas y llaman a un número al azar, advirtiendo a las víctimas sobre el secuestro de un familiar.
Es común que los presos pidan como rescate la compra de tarjetas telefónicas prepagas para cargar a unos códigos prefijados o, en el peor de los casos, que cuenten con un cómplice en el exterior y pidan pequeñas sumas de dinero.
Para evitar caer en este tipo de engaños, la policía recomienda primero realizar la denuncia policial ante cualquier tipo de llamada extorsiva. También se sugiere desconfiar del captor si pide como rescate códigos de tarjetas telefónicas y no brindar por teléfono nombres, direcciones ni información sobre el grupo familiar, ya que en general, los secuestradores virtuales dicen que capturaron a “un familiar” sin precisar la identidad.