Las quejas reiteradas hacia el responsable del servicio eléctrico son baja tensión, golpes de tensión, quemado de electrodomésticos, falta de iluminación en calles, lentitud en la instalación de nuevos medidores, y no llegan las facturas a los domicilios.
Debido a la falta de respuestas por parte de la empresa muchos vecinos remiten sus quejas a este medio para dar a conocer sus dificultades.
“A mi se me quemó el lavarropa. Dejó de andar y hasta que conseguí a un técnico que lo viniera a ver pasó una semana. Ahí me enteré que el lavarropa tenía quemado la plaqueta por un golpe de tensión. Al ir al EPEN me dijeron que solamente me podía quejar hasta 3 días de ocurrido el golpe”, decía una vecina ofuscada y agregó “también me dijeron que si me quería quejar que vaya a Chos Malal. Imaginate que el arreglo me sale 900 pesos”.
De acuerdo pudo constatar este medio es común recibir menos de 220 voltios en la ciudad, en muchas ocasiones la corriente desciende hasta 180 voltios, ocasionando que muchos equipos no arranquen o realicen un mal funcionamiento. Desde el EPEN indicaron que normal que la corriente fluctúe en mas o menos 15 por ciento, lo que no debería bajar de 187 voltios o superar los 253.
“A mi se me quemó el televisor dos veces y la gente del EPEN te dice que le lleves una carta, pero nunca te responden. Estamos indefensos”, relataba con bronca una mujer del alto de la ciudad.
Con respecto al plazo de 3 días para quejarse, varios vecinos indicaron que ni en la factura ni en las oficinas existe esta información, sino que la indican en forma verbal al acercarse. “Al pedir el reglamento del servicio, donde se especifica esto de 3 días, me dijeron que lo iban a buscar, por que no lo tenían. Todavía lo estoy esperando, son una vergüenza”, expresaba en tono desesperanzado un usuario.
Al consultar al EPEN indicaron que aunque se desconozca la razón exactamente hay que hacer una presentación con una carta con el problema dentro de las 72 horas de ocurrido el hecho, adjuntando fotocopia del DNI, ultima factura paga y al día, sin deudas, indicar quien es el titular del servicio, y si es posible un presupuesto con el daño causado, o indicar que próximamente será remitido.
También, sumado a los inconvenientes vividos por los usuarios, el costo se incrementó en algunos casos hasta el 400%, lo que ha generado un mal humor generalizado en la población, al tal punto que se están juntando firmas para enviar un reclamo a Neuquén. Todas las personas que se quieran sumar y firmar el reclamo en conjunto se pueden comunicar al teléfono 154-616-317.
“No te llega la boleta y tenés ir a la lata de sardinas esa que es una vergüenza”, dijo Viviana, usuaria del servicio, a lo que agregó, “te quejás y los que están ahí te ponen una cara poker que te agarra una angustia terrible. Parece que no saben de qué les estás hablando. Sumado a eso se le cae el sistema todos los días, justo al mediodía, la gente que pide permiso en el laburo no puede conseguir ni la factura”.
En conclusión el servicio es otro más de los tantos que se prestan limitadamente en la ciudad, con falta de personal, con infraestructura reducida e inversiones a destiempo.