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Un nuevo alud de agua y barro desbordó el cañadón

El cañadón de acceso a la ciudad, no pudo resistir la presión del agua que bajó desde los cerros y desbordó inundando varias viviendas. Hubo alrededor de 160 asistencias prestadas. El agua se llevó media calzada en la ruta 5, a unos tres kilómetros camino a Añelo.

El pasado viernes 25 de enero, la tormenta de verano anunciada para las 20 se desató a las 17, y ésta vez con mayor intensidad que la vivida en el día anterior. Las copiosas lluvias estuvieron acompañadas por rayos y relámpagos que presagiaban lo peor. En pocos minutos, verdaderos ríos de agua corrían libremente por las calles de la ciudad y el temor revivía lo sucedido en otras oportunidades como el 2004.

Entre los puntos que se vieron más afectados, figura la calle Irigoyen a la altura de la Plaza San Martín, la 20 de diciembre hasta la intersección por la ruta, como así también las calles Oviedo y Misiones. Otro de los lugares crítico de la ciudad estuvo en la intersección de Mendoza y Buenos Aires, donde llegó gran cantidad de barro y agua, luego del desborde del cañadón este. También en la zona costa el cañadón cedió y requirió el trabajo de pala de vecinos, con el refuerzo posterior de una empresa privada, solicitada personalmente por el intendente Wernli.

El trabajo realizado durante el día, por parte de personal de Servicios Públicos municipal, contribuyó a que el escurrimiento del agua sea por la calle, sin entrar a los domicilios, aunque no alcanzó para lograr una prevención total. En diálogo con el Periódico de Rincón, una de las vecinas de calle Mendoza y Buenos Aires, decía: “esta vez el agua no entró a mi casa, pero tuve mucho miedo, me puse a llorar y no me dio un infarto porque soy una mujer fuerte”. Y agregó: “necesitamos obras, en el 2004 a mi me llevó todo, ahora me salvé pero no se puede seguir así”.
Pero el desastre no fue solamente en la ciudad, debido a que a unos tres kilómetros camino a la ciudad a Añelo por ruta 5, el agua embistió con tanta fuerza la banquina carcomiendo la calzada por debajo hasta lograr su desmoronamiento, llevándose gran parte de la cinta asfáltica.

El socorro de la situación estuvo dado por la Municipalidad, Bomberos y Policía, desde las instituciones públicas. Y fue fundamental la colaboración de empresas privadas, entre ellas OPS, quienes prestaron maquinarias y personal para realizar la contención del cañadón en la zona de Puesto Reyes, Barrio La Costa.

Por toda la inundación hubo alrededor de 160 asistencias a familias, informaron desde la Secretaría de Desarrollo Social y se espera la llegada de ayuda por parte del Gobierno de la provincia. En la tormenta del día anterior se prestó ayuda a 60 familias.

La asistencia solicitada y gestionada desde el Municipio era de colchones, chapas, nailon, ropa, pañales, leche y víveres secos para ser entregados en los hogares más necesitados. Según pudimos conocer en los galpones de Acción Social de provincia quedaba poca mercadería debido a la época de vacaciones y la baja de personal. De todos modos, desde esa dependencia, el subsecretario de Asistencia Social, Alex Tarifeño, se habría comprometido con ayuda para la comuna.

Los riesgos vividos durante cada tormenta son enormes y afortunadamente no hubo victimas fatales que lamentar, teniendo en cuenta la peligrosidad que conlleva cada aluvión.

Autor: Sin uso 4

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