En los últimos días de la administración del ex intendente emepenista, Diego Omar Rueda, se desvalijó la Secretaría de Acción Social, quedando el galpón vacío sin rastro de la mercadería que era guardada en ese lugar. Hay fuertes versiones que indican que hasta horas antes de la firma de las actas de entrega de la Municipalidad, de muchas dependencias, se llevaron todo lo que estuvo a su alcance.

También se borraron muchos de los archivos de las computadoras en la Casa de la Cultura y en la oficina privada del intendente. Parte de la información fue posible recuperar, sin embargo, una cantidad desconocida de archivos dejaron de existir, especialmente en la parte de legal.

Otro de los legados que tiene que afrontar la gestión actual, es el desmantelamiento del parque automotor, con vehículos fundidos en sus motores y sin cubiertas para circular. Además de otros desperfectos mecánicos que requieren la urgente reparación.

En materia hídrica, como lo mostramos desde éste medio, las bombas de agua estaban en total deterioro, sin mantenimiento por más de 7 meses, a punto de generar una verdadera crisis del suministro para la localidad.

Desde la actual gestión se están consiguiendo de a poco los fondos para sanear el patrimonio dejado por los antecesores, y aseguran que será una trabajosa tarea la reacondicionar la herencia recibida. A pesar de ello, sostienen que “no se conduce mirando por el retrovisor y que es preciso mirar hacia delante, enfocándose en los proyectos que tienen para impulsar”.