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Ubicarse en la ciudad: un gran desafío

Inexplicables alturas de calles, falta de numeración frente a la mayoría de las propiedades, comercios sin carteles, son algunas de las razones que hacen que localizar una dirección sea todo un reto.

Aunque parezca algo increíble, las alturas de las calles se encuentran colocadas en metros exactos reales, comenzando las numeraciones desde cero a partir de la ruta, y desde el zanjón que limita con el parque industrial uno.
La municipalidad hace un año atrás aproximadamente colocó los nombres de las calles con su correspondiente numeración, pero muchos carteles fueron colocados en la esquina errónea y quedaron allí, por otro lado algunos carteles tienen invertida la numeración generando la duda para que lado sube o baja la altura.
No hay que dejar de lado que mucha gente colocó a “ojímetro” la altura y se pueden encontrar casas con la misma dirección y hasta incluso, la vereda par cuenta con números impares.
Hay 3 calles que se llaman “Buenos Aires”, mejor dicho el concejo deliberante hace muchos años atrás las modificó para evitar que tengan la misma denominación, y ahora se llaman “Buenos Aires”, “Gran Buenos Aires” y “Provincia de Buenos Aires”. Por ello es que mucha gente se confunde pensando que dichas calles se llaman iguales, usted haga su propia conclusión.
Sumado a esto, y como algo característico de un pueblo, es muy común ubicarse con frases como: “queda al lado de…”, “pasando la casa de… dos cuadras”, y tantas otras referencias que permiten que la gente pueda llegar a destino. Por ello es que parece tal real la frase “preguntando se llega Roma”.
Hoy Rincón de los Sauces es una ciudad con más de 30 mil habitantes, comparable a Plottier o Centenario, quizás con muchas más deficiencias, pero lo cierto es que ya no se puede llegar a cualquier lugar con una simple referencia.
Los comercios no quedan de lado, como algo positivo muchos negocios van colocando carteles con su nombre y su dirección en el frente, comprendiendo la importancia de un buen cartel. Otros aún no colocan ni el número con la altura en su frente.
Quizás muchas veces por falta de tiempo, desconocimiento de precios y pensar que tienen un costo excesivo, la gente desconoce que los carteles son algo más que indispensable para una buena comunicación.
Con una pequeña inversión de 50 pesos se puede colocar un simple cartel, en un solo color, de 25 centímetros de alto por 50 centímetros de ancho, conteniendo el nombre de la empresa, el nombre de la calle y el número. Otros tipos de carteles son más elevados, permitiendo hasta la impresión de fotografías, con iluminación, entre otros.
Lo cierto es que ubicarse es algo problemático, pero teniendo pautas mínimas, entendiendo que las numeraciones nacen en la ruta y en el zanjón, lo demás es sentido común.

Autor: Sin uso 4

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