Vicente Carlos Landete, para todos “El Titi””, mendocino de nacimiento pero “Muy Rinconense” por fundador.
Nació el 25 de mayo de 1946 en San Rafael, la segunda ciudad en importancia después de Mendoza Capital, situada al sur de esta y a 250 Km. de distancia.
En sus años de juventud trabajó con sus camiones por distintas partes del país, donde contaba que conoció infinidad de personas, femeninas y masculinas, era un muchacho bien parecido, bastante agraciado por la naturaleza, con facilidad de palabra y sonrisa.
En esos ires y venires por esta vendita Argentina en la mitad de la década del 60 conoce a una exuberante chaqueñita, que lo deslumbró, se enamora y decide casarse para formar su Familia con “Moni” como gustaba llamarle a Ramona Jara su esposa; se casan el 24 de Noviembre del año 1965 en Cuadro Venegas, Mendoza. Vicente 20 años y Moni con 19, pero como no podía ser de otra manera esto tiene su anécdota, en el casamiento por la iglesia para conseguir que el cura hiciera lo que el quería respecto de la ceremonia, en cuanto a lugar, tiempo, y hasta impuso el horario, canjeó estos servicios por un viaje de arena con su camión con aquel servicial y buen párroco, esto ya mostraba la personalidad de “Titi” en cuanto a conseguir lo que se proponía y sus condiciones y dotes comerciales.
De este joven y feliz matrimonio nacieron tres vástagos, que eran su vida, Ariel, Manuel y “Coco” Dennis Norberto, hoy con 38, 33 y 30 años respectivamente, a quienes dio todo cuanto fuera necesario y más.
Su llegada a Rincón se produce en el año 1969, trabajaba para la empresa “Gutiérrez y Belisky”, los dos primeros años vivió sólo aquí; avizorando por aquellas épocas lo que sería el lugar, se hizo de un terreno, colocó una carpa y allí vivía, en lo que hoy es la calle Mosconi al 178, hasta que construyó su primera pieza de material tradicional, decide traer a su esposa y su hijo Ariel para que definitivamente ésta pasara a ser su tierra, amaba este lugar.
Luego de esto allí mismo, con su albañil de confianza, el Sr. Santana, construye el salón en donde hoy funciona el correo (Av.Mosconi al 170), y en este local abre las puertas de su negocio de almacén, con un certificado habilitante que rezaba “Patente de Habilitación Comercial Nº 1”, para abastecer a los puesteros de la zona, pobladores y pequeñas empresas que llegaban, también tenía almacén para el lado del río el Sr. José Jadul.
Al poco tiempo, como en el lugar era muy difícil hospedarse, decide hacer habitaciones para esta actividad y dar de comer, que no era tarea fácil, pero su joven esposa y compañera le ponía el hombro a todo y ambos eran una equipo de producción sin límites, con lo que consigue aumentar sus ingresos y convierte al negocio en almacén de ramos generales, carnicería, ropa, etc.; además su colaborador Martín y por supuesto Ramona comienzan a fabricar chacinados.
Así transcurrió algún tiempo hasta que su habilidad comercial sumada a su incansable y trabajadora esposa lo llevan a montar el primer supermercado de la localidad; “Supermercado El Fortín”, que funcionó por muchos años. Cuenta Moni que era tanto el dinero que se recaudaba, y no había banco, ni caja fuerte para guardarlo, que lo escondían a diario en una caja de jabón de lavar hasta que “Titi” viajaba a buscar mercadería o llegaban los proveedores y hacían los pagos correspondientes.
Entre sus primeros empleados de confianza y por quienes siempre sintió un gran aprecio se pueden nombrar a Oscar Pérez, Lucho Parada, el Sr. Morales y Juan Carlos Alé, que para este empleador eran considerados sus amigos y viejos compañeros de todo tipo de recuerdos y batallas.
Retrotrayéndonos en el tiempo, en los años en que Rincón no era pueblo y luego de esto también, Vicente logró una muy buena relación con Don Felipe Sapag y Don Pedro Salvatori (ambos gobernadores de la provincia del Neuquén), a quienes apreciaba profundamente por todo lo que ambos propiciaron en aquellos años para este Rincón de los Sauces del presente y del mismo modo se lo hacían sentir a “Titi” con las distinciones y visitas que le propiciaban, es así como realiza el trazado de la calle Mosconi y la manzana donde estaba su negocio, la primer forestación importante que se hizo en este lugar, el primer canal de riego con características de tal, consiguió que enviaran un equipo generador para proveer de energía eléctrica a los habitantes e hizo el tendido de la línea eléctrica hasta la hoy calle Mosconi en su primer traza; en épocas que la provincia no disponía de personal se encargó personalmente de arrancar el generador, mantenerlo y encender las luces de la calle, que en los pocos lugares en que había el interruptor se encontraba en la misma palmera.
Nos encontrábamos presentes en la fundación de Rincón de los Sauces el 20 de Diciembre de 1971, cuando el gobernador de la provincia Don Felipe Sapag se hizo presente en el acto en que asumiera la responsabilidad de regir los destinos de este pueblo la primera Comisión de Fomento formada por Pedro Sánchez como presidente, Normanda Lara, Julio Penna y José Jadul, donde también los presentes firmamos el pergamino de los 100 años que así se lo llamó, que fue colocado en una especie de capsula metálica y enterrado junto al mástil de la bandera, lugar de la actual Plaza San Martín.
En los setenta se dedicó a hacer obras en los yacimientos de Catriel y Rincón con su amigo el Loco Bernardi, como le llamaba y también compraba y vendía animales.
En los ochenta fue contratista de YPF, explotaba los comedores en que comía el personal de YPF y los contratistas y subcontratistas; seguía con el supermercado, comenzó su actividad política, era distribuidor de carnes, vinos, fiambres etc.
Cabe destacar que la presencia de la familia Landete en Rincón trajo familiares y la radicación de algunos de ellos como es el caso de Esther Landete, su esposo Raúl Torrecilla, junto a sus hijos Diego y Exequiel.
El 20 de Diciembre de 1987 con la Intendencia de Don Aurelio Rodríguez, Vicente Carlos Landete asume como Concejal y presidente del Concejo Deliberante, desempeñándose largos periodos como Intendente Interino, tuvo amplia participación política dentro del Movimiento Popular Neuquino, consiguiendo el destacado reconocimiento de quienes eran gobierno a nivel provincial.
En la década del noventa decide darle otro rumbo a su actividad comercial y funda “Repuestos El Fortín” dedicada a la venta de repuestos automotores, lubricantes y servicios de reparación con taller especializado.
Vicente Carlos Landete fue un precursor y un luchador hasta el cansancio por lograr una sociedad organizada, con instituciones representativas como por ejemplo “La Agraria” fundada por instancia de él, la Cámara de Comercio e Industria de la que integró todas o sino casi todas las Comisiones Directivas de la misma; desde el año 1970 pregonaba en todos los foros que podía, que había que darle a Rincón una salida hacia el centro, norte y Buenos Aires con ruta asfaltada por Catriel, para lograr conectarnos con los grandes centros comerciales e industriales.
La primer entrada a Rincón de los Sauces desde YPF, al final de la década del sesenta era una huella por la costa del río, luego YPF la corrige y hace la entrada por su campamento, por entonces se hace amigo del Ingeniero a cargo de YPF y consigue que la empresa estatal haga la apertura, metros mas metros menos, de la actual traza de la calle Narambuena que nacía en la ex - Ruta 6 actual calle Chos Malal.
Poseía un convencimiento total que Rincón debía propiciar y apoyar la explotación agrícola, ya que siempre fue condicionada por una sola gran actividad, el petróleo, soñaba con ver grandes plantaciones de árboles frutales y madereros, aserraderos y fabricas del rubro, consideraba que había que crear grandes extensiones de pasturas a la vera del Rió Colorado para darle un gran impulso a la cría y engorde de ganado, faenando en Rincón y de este modo bajar el costo de la carne.
Hasta aquí historia casi cronológica de parte de la vida de “Titi” como pionero y poblador de aquel paraje petrolero, situado en la precordillera neuquina, al que se llegaba por tierra con unos caminos que con mucha suerte y viento a favor, en camión se tardaba unas 5 a 8 horas desde Catriel y entre 8 a 12 desde Neuquén Capital, lugar de clima semidesértico, de grandes vientos, largas sequías, aluviones y copiosas nevadas de las que ya nadie se acuerda.
Ahora me toca contar la otra historia, como amigo:
Conocí a “Titi” en el año 1969, venía a este lugar por primera vez, aquí estaba mi hermano que había venido en 1967, eran tiempos duros, Vicente tenía su camión enterrado en la arena hasta el chasis de tanto patinar donde hoy esta el busto del Gral. Mosconi, (boulevard de Mosconi al 170), y nos pidió que le tiráramos con nuestro camión para sacarlo, trabajamos mucho pero salió, terminado esto nos invita a comer, había visto nuestros pantalones, nos despedimos de él, que se sentía muy agradecido y se fue de viaje. Cuando regresó traía un pantalón nuevo para cada uno de regalo, desde ese momento supe que clase de amigo había conocido.
En su casa, en la cocina pasamos muchos inviernos de asado y truco, o cenas que tan bien preparaba Moni para atender a los amigos de su esposo. Cuantas noches de tristeza o amargura en que el querido gordo como todos lo llamamos, nos brindaba un lugar, un chiste, calor humano, palabras de aliento, alegría que llegaba con el solo hecho de saber que uno que había venido de tan lejos tenía a alguien que se brindaba como si te conociera de toda la vida.
He visto pasar muchas caras por la casa de “Titi”, quien no guardara de todos un grato recuerdo y quizás tenga palabras de agradecimiento para tanta hospitalidad brindada sin ningún interés, por el solo echo de cosechar amigos o tener con quien compartir aquellas soledades.
Me tocó ver a Vicente llevando enfermos o parturientas a Neuquén, o haciendo un asado en la plaza para festejar el día del pueblo, trayendo un cura para casar la gente, gestionar y conseguir la escuela secundaria. De los ahijados perdí la cuenta, y creo que el también de cuantos eran, eran innumerables los encargues de remedios, repuestos y demás que la gente le hacia porque era quien viajaba mas seguido a buscar la mercadería de su negocio.
Cuantas Navidades y Años Nuevos compartidos con la familia Landete y nuestra propia familia, cumpleaños, feriados, “Titi” tenía ese Don, estaba tocado por la varita mágica de la amistad. Amaba profundamente a sus hijos y a su mujer, consolidaba y priorizaba la Familia ante las situaciones mas adversas.
Cosechó amigos de todas las latitudes y extracciones, guitarreros, políticos, médicos, ingenieros, vagos, camioneros, empresarios, pero siempre había un lugar especial para quienes estuvimos en las buenas y en las malas. Como se extrañan aquellos días en que nos juntábamos en su quincho Raúl Torrecilla, Pelusa Torres, Raúl Rosas, Roberta Rosas, Moni, Emilse Erdosain, Adolfo Viol, Pedro Antonieti, Antonio Morelli, Francisco Anaya, Juan Maldonado, Raúl Domínguez, José Temi, Crhistian Delsignore, Ariel, Manolo y Coco, y tantos otros que la emoción no me deja recordar, además del asado y el obligado truco.
Y el 27 de noviembre del 2002 a las 13 horas 10 minutos el todopoderoso vio a un casi hermano de “Titi”, a quien llamaba “Pelusa Pedrito Candelaresi”, muy sólo en la espesura cósmica de los cielos y decidió enviarlo a acompañar a este “amigo” que la vida terrestre le había proporcionado, y hoy les llegue a estos dos trashumantes de la vida el recuerdo y el respeto de todos aquellos que los queríamos.
Este es mi homenaje para vos “Gordo Querido”,
Candelaresi
Rincón de los Sauces, 27 de Noviembre del año 2007.